Tegucigalpa, Honduras. Esta mañana del lunes se vivió un caos en las instalaciones de la Agencia de Regulación Sanitaria (ARSA) cuando un grupo de empleados decidió tomar las instalaciones en protesta por malos tratos, despidos injustificados y otras irregularidades.
La situación se volvió violenta cuando otro grupo de empleados, en desacuerdo con la protesta, entró por la fuerza para continuar con su jornada laboral. Estos trabajadores intentaron ingresar al edificio para retomar sus labores, lo que desencadenó enfrentamientos físicos entre ambos grupos.
En los videos grabados se observa a los empleados golpeándose, pateándose y asfixiándose mutuamente. Uno de los colaboradores en contra de la protesta expresó: «Si tienen una protesta, háganla como personas coherentes». Otro agregó: «Solo deseamos continuar con nuestra jornada laboral, siempre apoyando a la comisionada y a la presidenta».
Alegaciones
Un grupo de trabajadores denunció sobre abusos y acoso por parte de la comisionada presidenta, Dorian Salinas, y su equipo directivo. Los manifestantes señalaron que han sido víctimas de malos tratos durante más de un año y exigieron una investigación sobre el mal manejo de fondos públicos, así como sobre los viajes mensuales de Salinas con su pareja sentimental.
También, denunciaron la falta de principios éticos, mencionando la contratación de más de 15 parientes de Salinas, incluidos su esposo y exesposo.
Ellos criticaron la realización de fiestas en las instalaciones de la empresa, donde se consumían bebidas alcohólicas y drogas.
Fin del disturbio
Finalmente, la comisionada llegó al lugar e intentó calmar los ánimos diciendo: «Aquí venimos a trabajar y todos los colaboradores lo que queremos es seguir trabajando, todos somos de Libertad y Refundación y lo que queremos es trabajar».
Después de casi dos horas de disturbios, la toma fue suspendida y las actividades laborales continuaron con normalidad.
Al lugar también llegó el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) a constatar las supuestas amenazas de muerte denunciadas por los empleados.