AFP. El papa Francisco, hospitalizado por una doble neumonía, sufrió este lunes “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda”. La tercera recaída del jesuita argentino de 88 años desde su ingreso en una clínica de Roma hace 18 días.
“El Santo Padre presentó hoy [lunes] dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo”, informó el Vaticano.
Los médicos lo sometieron a dos “broncoscopias” para aspirar las “abundantes secreciones”. Posteriormente, el pontífice retomó “la ventilación mecánica no invasiva” que le suministra oxígeno a través de una mascarilla.
El médico difundido por la Santa sede precisó: “El primer papa latinoamericano, cuyo “pronóstico sigue siendo reservado”, “permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento”.
Informe médico
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo se encuentra ingresado en el hospital Gemelli desde el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía. Pero su estado sufre altibajos.
La última recaída se produjo el viernes, cuando ya sufrió un “broncoespasmo” -contracción de la musculatura que recubre los bronquios-, provocando dificultades para respirar.
Pero, el domingo por la noche, una fuente vaticana indicó que no había “aparentemente por el momento más consecuencias” de la segunda recaída, aunque el cuadro clínico seguía siendo “complejo”.
Muestra del empeoramiento de su estado, Jorge Bergoglio retomó la “ventilación mecánica no invasiva”, que había abandonado el domingo.
Tras este suceso, el papa retomó únicamente una “oxigenoterapia de alto flujo”.
Oraciones constantes
Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron su salud en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
La situación ha reabierto además los interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones, máxime cuando el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de un problema grave que pueda afectar a su lucidez.
El pontífice, que en los últimos tiempos descartó la idea de renunciar, no ha hecho ninguna aparición pública desde su ingreso en el hospital. El domingo dio las “gracias” a los fieles por sus oraciones, en un mensaje escrito con motivo del Ángelus.
Los fieles acudieron de nuevo este lunes al hospital Gemelli, en las afueras de Roma, para rezar por la salud del ocupante de la cátedra de San Pedro desde 2013, a los pies de la estatua de Juan Pablo II que preside la entrada.
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Clara de Siena, una jubilada italiana, expresó a la AFP “que el señor lo dejé con nosotros el mayor tiempo posible”.
Seguidamente, agregó: “Sobre todo hasta que todas las cosas malas que hay en este mundo desaparezcan”.