El Estrella Roja hizo su particular maracanazo ganando al Liverpool 2-0 en una noche en la que los serbios recordaron viejos tiempos de gloria y dejan el grupo C más abierto de lo que nunca se habría imaginado.
A diferencia de 1950, donde los uruguayos ganaron a los locales contra todo pronóstico, los serbios lo hicieron en su propia casa. Fue en el pasto balcánico donde los reds se congelaron y el Estrella Roja asestó un golpe que hace tambalearse todo el grupo C.
En la oportunidad desaprovechada de los de Klopp nació la esperanza serbia. Esa fuerza intrínseca que puede a la calidad en el fútbol fue la que permitió que los locales enfilaran el vestuario al descanso con un 2-0 más que merecido.
La primera parte fue enteramente serbia
Eso sí, a partir del minuto 20, pues las dos primeras del encuentro las tuvo Sturridge. El inglés, que sustituyó en el once a Firmino, falló primero un remate a escasos metros de la portería sin oposición y más tarde se perdió en un remate que podría haber solventado fácilmente.
Con los dos fallos del británico el Estrella Roja despertó, se lo creyó y puso todo sobre el campo. El Pool parecía inmóvil ante tanta pasión.
Dos latigazos. No se necesitó más, ni menos. Dos zarpazos que dejaron herido de muerte al Pool. Pavkov fue el verdugo.
Primero, en el minuto 21, con un córner que puso Marko Marin. La defensa red, inmóvil, anclada en el verde.
Pavkov se elevó en el cielo serbio y batió a un Allison que no se lo creía. El segundo no tardó mucho. Solo siete minutos después del primer tanto. De nuevo, Pavkov y de nuevo el mismo final. El punta serbio dibujó una carrera magnífica y soltó un latigazo que entró sin miramientos en la meta red. 2-0 y aún no se había cumplido la primera mitad, algo que desde 2014 no sucedía -nadie le marcaba dos goles al Liverpool en la primera parte en Champions, lo hizo el Real Madrid-. El maracanazo serbio iba encaminado.
