Internacional. Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera mandó emisarios a Guatemala y El Salvador e hizo negocios, pero fue en Honduras, después del tumulto político que siguió a un golpe de Estado en 2009, donde Guzmán se sintió a sus anchas, al menos por un tiempo, así lo dio a conocer en una investigación el medio internacional Infobae.
Los cárteles mexicanos de la droga llevaban años trabajando con intermediarios hondureños para usar el país centroamericano como punto de tránsito y reabastecimiento de la cocaína procedente de Colombia. Pero fue hasta después del golpe de Estado de 2009 que Sinaloa afianzó sus tratos en Honduras, en buena medida gracias los entendimientos que logró con políticos del Partido Nacional (PN).
Un operador clave de Sinaloa en Honduras fue César Gastelum Serrano. El traficante mexicano que negociaba y movía buena parte de la droga del cartel entre Honduras, Guatemala y México.
Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael “Mayo” Zambada, confirmó en febrero de 2019 que Gastelum era el principal operador de Sinaloa en Centroamérica. Mayo Zambada fue uno de los principales socios de Joaquín Guzmán en el Cartel de Sinaloa y su hijo.
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Honduras
En Honduras, de acuerdo con documentos judiciales y testimonios que Infobae ha revisado en las últimas semanas, Sinaloa consolidó su alianza política con el PN durante el gobierno del presidente Porfirio Lobo (2010-2014), a través del hijo de este, Fabio Lobo.
Fue otro narco, quien confirmó que la alianza de Gastelum con el PN se consolidó a través de Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras de 2014 hasta inicios de 2022. El narco hondureño que confirmó la alianza se llama Fredy Nájera Montoya, un ex congresista hondureño que en octubre de 2022 fue condenado a 30 años por narcotráfico en los Estados Unidos.
Durante el juico a Nájera, Joaquín Pérez, uno de sus abogados defensores, dijo en la corte que Gastelum, el narco mexicano, había pagado a Juan Orlando Hernández un millón de dólares, en dos entregas de USD 500,000, a cambio de protección a cargamentos de cocaína que el operador de Sinaloa estaba moviendo por el corredor norte del país.
El Departamento de Justicia ha confirmado la entrega de sobornos de Sinaloa al ex presidente Hernández. La última vez que lo hizo fue a través de un documento de inicio de presentación de pruebas que el fiscal Damian Williams entregó el pasado 1 de mayo al tribunal de Nueva York que conoce el caso contra el ex mandatario hondureño.
«El Cartel de Sinaloa… utilizó Honduras como un punto importante de tráfico desde los laboratorios de cocaína en Colombia y los territorios controlados por el Cartel en México. El rol de Juan Orlando para proteger el acceso de Sinaloa a la ruta hondureña fue vital, por lo que recibió sobornos del líder del Cartel de Sinaloa…», dice la fiscalía estadounidense en el documento.
Cártel de Sinaloa
El millón de dólares que se supone Gastelum entregó a Hernández no fue, de hecho, el único dinero de Sinaloa. Otro ex político de Honduras juzgado por narcotráfico en Estados Unidos, Alexander Ardón, declaró bajo juramento que Guzmán entregó otro millón de dólares en 2013 a Antonio «Tony» Hernández, hermano de Juan Orlando, para financiar la campaña presidencial de aquel año.
Hubo más dinero de Sinaloa para los Hernández, según los documentos que los fiscales estadounidenses han añadido al grueso expediente del ex presidente.
Hubo, incluso, una entrega de USD 300,000 a un asociado de Ricardo Álvarez, político cercano a Juan Orlando y su potencial vicepresidenciable. Fiscales estadounidenses aseguran que ese dinero sirvió para “dar un empujón final” a la campaña de Juan Orlando y Álvarez.
“Mucha gente relacionada con los mexicanos le dio dinero a Juan Orlando en la primera campaña presidencial, pero el ‘queso’ (líder) era Gastelum… Hasta Los Cachiros trabajaban para él”, dijo a Infobae un investigador hondureño que ha seguido la presencia de Sinaloa en Honduras desde principios de la década 2000.
Cárteles hondureños
Los Cachiros fueron, hasta finales de la década pasada, una de las bandas de narcotráfico más importantes de Honduras. Originarios del norte del país, sus fundadores, los hermanos Rivera Maradiaga, controlaban toda la primera porción de la ruta que la cocaína transita en el país centroamericano, desde las pistas clandestinas de aterrizaje en la zona selvática de La Mosquitia, en el noreste, hasta Puerto Cortés y San Pedro Sula, y de ahí hacia el occidente, territorio del clan Valle Valle.
Hasta la llegada del PN al poder, en 2010, los clanes convivían de forma pacífica en Honduras, pero guardaban con celo los límites de su territorio.
A partir de la llegada al poder de Juan Orlando Hernández, bajo el amparo del Estado, el mapa cambió: los viejos capos, incluidos Los Cachiros y Los Valle, fueron cediendo terreno a la mafia estatal. Eventualmente, se entregaron a las autoridades estadounidenses.
Fuente: Infobae