TEGUCIGALPA. La mañana de este domingo, se ha reportado el hallazgo de dos personas del sexo masculino, en las riveras del Río Choluteca, en la capital de Honduras.

Como Javier Edgardo Grandez García (de 32 años) y Fernando Adalid Zúniga Lemus (de 20 años) fueron identificados los cadáveres que encontraron en el río Choluteca la mañana del pasado domingo.

Los ahora occisos fueron encontrados por autoridades policiales, en las orillas del río Choluteca; a la altura de la Colonia Las Brisas. Luego de que recibieran varías llamadas de vecinos reportando el hecho; las autoridades policiales se presentaron a la zona y confirmaron el suceso. Hasta los momentos no se conoce los nombres de los dos jóvenes muertos.

Fernando Adalid laboraba como vendedor de agua en una pipa que recorre varias colonias de la capital, mientras que Javier Edgardo era propietario de un cibercafé en la zona de Villa Vieja.

Los restos mortales de los dos amigos fueron sepultados ayer en horas de la tarde y, según los vecinos, eran jóvenes muy queridos en esa zona.

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Conmoción por muerte de jovencita en Santa Bárbara

Una linda jovencita pereció en las últimas horas en un accidente de tránsito, cuando regresaba de una fiesta en el occidente del país.

La muchacha fue identificada por las autoridades, como Sarahí Paz de apenas 20 años de edad; quien tenía un hijo y laboraba como vendedora de dulces en las diferentes aldeas del referido departamento.

Según familiares, a eso de las 12:00 de la medianoche decidió regresar a su vivienda del municipio de San Nicolás; donde vivía y le pidió aventón a un amigo que se conducía en motocicleta identificado como Marco Antonio Rivera, quien es Juez de Paz en esa jurisdicción.

Ambos salieron a bordo del vehículo de dos llantas, pero en el camino debido a la oscuridad, Rivera, no se fijó que a la orilla de una calle en la Aldea Ceibita Sur había un vehículo pesado estacionado por lo que fue a impactar de frente.

El fuerte impacto provocó que ambos salieron prácticamente “volando” varios metros; sin embargo, fueron rescatados aún con vida por los pobladores.  Sarahí falleció producto de los múltiples golpes que recibió cuando era trasladada hacia el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, mientras que Rivera permanece interno con fracturas en una de sus piernas.