REDACCIÓN. La historia de dos ancianos que murieron después de tanto amor que se tenían mutuamente.
Dejó sorprendidos a todos los vecinos de una comunidad de Florida, en el occidente de Honduras. Al momento que se anunció que el señor de nombre Higinio Alvarado padecía de una enfermedad que lo dejó en cama por varios días.
Su familia llevaba noches de desvelos sin esperanzas que el señor iba a sanarse. Mientras que las palabras sorprendentes de su esposa de nombre Virginia Díaz fueron: “Por favor despréndete de mí que ya te alcanzo”.
Con lágrimas en sus ojos de inmediato se corrió la noticia por aquella zona de país. Se dijo que don Higinio dejó de respirar partiendo a otra vida el pasado 2 de noviembre del 2016.
Al día siguiente se desarrolló su sepelio, fue en ese momento que su esposa resultó con problemas de salud dejándola postrada en cama. A los días se dieron cuenta que lo que ella tenía era un derrame cerebral. Fue vista por enfermeras de la misma comunidad y hospitalizada fuera de este.
La historia de dos ancianos
Tampoco dando esperanzas para que ella viviera, a los 15 días se dio la noticia que doña Virginia había fallecido. No soportó estar sin su ser querido que ya había partido.
Ahora su familia recibe un golpe muy duro ya que había dejado familiares que le guardaban aprecio y cariño. Con la satisfacción que se sienten seguros que están en buen lugar.
Porque desde muchos años se congregaban a la iglesia católica sirviendo como debería de ser.
Amor verdadero
La abuela y el abuelo estuvieron juntos toda su vida 68 años como marido y mujer en las buenas y en las malas.
No les impedía nada, no importaba decirse «mi amor», ni mucho menos darse un beso. “El día que Higinio muera yo también me muero”, esas eran las palabras que se comentan que su anciana esposa decía.
