Redacción. El regreso del pianista hondureño Óscar Rossignoli a su país natal después de 12 años ha sido un acontecimiento lleno de emotividad y significado.
El compatriota se reencontró con su familia, con quien no compartía físicamente desde que viajó a Estados Unidos a continuar con sus estudios en la música.
Durante su ausencia, Rossignoli forjó su carrera en uno de los epicentros musicales del mundo, Nueva Orleans. Este lugar ha contribuido tanto a su propio desarrollo artístico como al de otros artistas.
Su visita a Honduras no solo representó una reunión con sus raíces y su comunidad, sino también la oportunidad de compartir su evolución musical con su gente.
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En su travesía, Rossignoli experimentó altos y bajos, desde los desafíos de la pandemia hasta la pérdida de un amigo y colega, José Antonio Velázquez. A él, le dedicó una de las composiciones de su primer disco INERTIA titulada SIEMPRE.
«La muerte de mi gran José Antonio, fue una de las pérdidas más duras que he tenido. Y la noticia me cayó en un momento particularmente difícil en mi vida. SIEMPRE surgió casi inmediatamente y la compuse en menos de 20 minutos», relató.
El artista comentó que él estaba tocando en su casa algo que pensó que le hubiera gustado a su amigo.
«Siempre le tendré un cariño y admiración, siempre en mi mente y corazón, y por siempre unos de los músicos más grandes que Honduras ha producido», añadió.
Su amor por la música no solo se evidencia en su talento y dedicación, sino también en su labor como maestro en las universidades de Nueva Orleans: Loyola y Tulane.
Ahí, busca transmitir su pasión y conocimientos a las futuras generaciones de músicos. Su labor converge con su vida de músico, llevando su talento por distintos escenarios de Estados Unidos.
«Estoy tocando con Jason Marsalis, Joe Dyson, John Boutté, Herlin Riley entre otros», expresó.
Nuevos proyectos
Asimismo está trabajando en sacar su segundo disco. Un concierto en vivo que grabó en el auditorio de la Universidad de New Orleans. Próximamente lo lanzará en las distintas plataformas digitales.
Por otro lado, su próximo proyecto personal, lo presentará el 28 de abril en el reconocido Festival Internacional de Nueva Orleans junto a destacados músicos de renombre mundial.
Este evento, que mostrará la esencia misma de su innovación y capacidad artística, promete ser un punto culminante en su trayectoria.
Su mensaje a la nueva generación es claro y poderoso: el estudio, la disciplina y la búsqueda de la autenticidad son elementos fundamentales para cualquier músico en sus comienzos y toda su carrera.
El compromiso con el arte y la música como parte integral de nuestro tejido social es un valor que Rossignoli fomenta. Él invita a todos a abrazar la originalidad y a romper con los paradigmas establecidos en pos de una expresión musical sincera.
Óscar Rossignoli es un testimonio del crecimiento personal y artístico que un hondureño puede lograr en cualquier parte del Mundo, considerado como uno de los mejores pianistas de Jazz en Estados Unidos.
«Mi sueño es hacer algo grande y compartir algo de la magia de New Orleans a Honduras, posiblemente trayendo mi cuarteto en diferentes ciudades y dar clínicas en las Escuelas de música. Eso fue lo que a mí me inspiró a explorar el Jazz y quiero ser parte de esa inspiración para otras personas en mi país», determinó.