36.2 C
San Pedro Sula
miércoles, mayo 1, 2024

Déficit comercial

Debes leer

El empresariado hondureño se muestra alarmado con el estancamiento económico del país, en contraste con el optimismo gubernamental que, de alguna manera, más que fingido viene a ser producto el engaño a sí mismo de su propia mentirosa.

La preocupación por el estancamiento económico se manifiesta a través de los portavoces de las Cámaras de Industria y Comercio de Tegucigalpa y de Cortés, así como del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), que ven imparable el cierre de empresas medianas y pequeñas y la ausencia de inversiones, tanto extranjeras como locales.

En la ANDI consideran que el gobierno se ha dedicado al cierre de las empresas nacionales, a través de un sistema tributario desordenado e injusto, cuyo resultado es el desmantelamiento de la actividad productiva, y, como efecto colateral, el incremento masivo del desempleo. En suma, una política de Estado suicida del desarrollo económico y social.

No es sorprendente, entonces, la información del Banco Central (BCH) de un incremento de casi 5% del déficit comercial, este año calculado en 4,040.9 millones de dólares, tomando en cuenta que, hasta septiembre de 2015, el déficit de la balanza comercial proviene de la diferencia entre las importaciones por un monto de 7,136.3 millones de dólares y las exportaciones por el orden de 3,095.4 millones de dólares.

Para el común de la gente estas cifras, aunque desquiciantes, no son comprendidas en mayor dimensión, pero en el mundo de los negocios es diferente, sobre todo porque la perspectiva tiende a una mayor agudización, ya que existe el convencimiento de que no se trata de una situación temporal, sino que corresponde a un problema estructural, o sea de sistema.

Raras veces, por no decir nunca, los empresarios hondureños habían llegado a una conclusión tan profunda –y desgraciadamente verdadera—de que la problemática económica y financiera de Honduras reside en la estructura del sistema, que, por el momento, apenas se toca en lo relacionado con el componente tributario, pero que abarca todo el marco neoliberal.

En la medida que esta situación se prolonga y se extiende, a través de mecanismos muchos de ellos ilegales o inconstitucionales, como son los tristemente célebres “fideicomisos” exclusivos en empresas público-privadas, además de los privilegios exorbitantes para atraer capital foráneo, pero con desamparo a las inversiones locales, el derrumbe del andamiaje empresarial hondureño ha entrado en un curso de cuenta regresiva.

Es, sin duda, un panorama desolador, desmoralizante, con un gobierno y una “clase” política que, a simple vista, no tiene la menor comprensión de la grave situación en que está nuestro país, más lo que viene en el año próximo y los venideros.

Estás a un paso de recibir nuestro PDF Gratis

Última Hora

Hoy en Cronómetro

error: Contenido Protegido