Internacional. Debby, que tocó tierra esta madrugada como huracán cerca de la localidad de Steinhatchee, en la costa noroeste de Florida, Estados Unidos (EE. UU.), se ha debilitado en las últimas horas hasta convertirse en una tormenta tropical. En su trayectoria ha causado estragos y las últimas actualizaciones confirman la trágica noticia de una víctima mortal.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) estima que a lo largo de la jornada, Debby, que a primeras horas de hoy tocó tierra como un huracán de categoría 1 (de un total de 5 en la escala Saffir-Simpson), continué perdiendo fuerza.
Si bien los vientos del ciclón perderán intensidad no lo harán sus lluvias ni las inundaciones que ocasiona en Florida y, como se pronostica, también lo haga en Georgia y Carolina del Sur, según el centro meteorológico con sede en Miami (EE. UU.).
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La agencia federal alerta que hasta el sábado se registrarán hasta 762 milímetros de lluvia (30 pulgadas) en algunas partes del sureste de Georgia, Carolina del Sur y el sureste de Carolina del Norte, cifras inéditas que probablemente producirán «inundaciones catastróficas».
Hace menos de un año en la localidad de Horseshoe Beach, Florida, impactó el huracán Idalia, que golpeó la zona como un huracán de categoría 3, causando una destrucción significativa.
Medidas preventivas
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una declaración de estado de emergencia para 61 condados y ha activado la Guardia Nacional de Florida para apoyar las operaciones de refugio y la distribución de suministros esenciales.
Durante una rueda de prensa, DeSantis destacó la importancia de estar preparados, mencionando la distribución de 670,000 botellas de agua. También se facilitó más de 287,000 comidas no perecederas y la movilización de personal para apoyar las operaciones de refugio, según informó WCJB.
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En regiones como Miami-Dade y Broward, las autoridades adoptaron diversas medidas para prepararse ante las intensas lluvias y posibles inundaciones. CBS News informó sobre la distribución gratuita de sacos de arena a los residentes para proteger sus viviendas.
El distrito de gestión del agua del sur de Florida tomaron medidas para bajar los niveles de los canales y reducir el riesgo de inundaciones. El capitán de policía de Hallandale Beach, Raúl Rivera, recomendó a los conductores evitar las calles inundadas: “Si no estás seguro de poder cruzar una calle, da la vuelta. Muchas veces, la gente queda atrapada”.
Los residentes están en espera de nuevas actualizaciones oficiales mientras la tormenta continúa avanzando. La comunidad sigue atenta a las recomendaciones de las autoridades para garantizar su seguridad y bienestar.