Tegucigalpa, Honduras.- Amigos y familiares le dieron el último adiós en horas del mediodía de este sábado a Gabriela Michelle Huete, víctima del accidente ocurrido ayer en la colonia Los Laureles, en la capital de la República.
En horas de la mañana realizaron una misa católica de cuerpo presente, para luego llevar los restos mortales de Gabriela Michelle Huete, de apenas 29 años de edad, hasta el cementerio de Las Flores, Francisco Morazán. En el lugar era patente el dolor de los familiares y allegados, quienes lloraron la muerte de la joven.
Don David, uno de los conocidos de la ahora fallecida, dijo que la joven era sana y bien portada; y recalcó que de esa manera será recordada entre sus seres queridos.
El señor recordó que desde que la joven estaba cursando sus estudios secundarios siempre pasaba por su trabajo o por casa para saludarlo con mucho aprecio.
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Y es que Huete, junto a Fabiani Lisbeth Madrid Argeñal, perdieron la vida en un accidente vial en en horas de la madrugada de este viernes, en el Anillo Periférico de Tegucigalpa, a la altura de la colonia Los Laureles.
Madrid tenía apenas 25 años de edad. Residía en la colonia Guillén de la capital. Ambas fallecidas eran estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Al piloto del vehículo, quien presuntamente se conducía en estado de ebriedad, lo remitieron al Ministerio Público para que responda por los cargos de conducción temeraria y dos homicidos por dolo eventual.
«Teníamos una buena relación padre e hija»
El padre de Gabriela, Noel Huete, en entrevista para un medio local aseguró que tenía una buena relación con su hija.
«Teníamos una buena comunicación con ella, una relación padre e hija; con la mamá de ella nosotros nos separamos por cuestiones del destino, pero es mi hija y seguirá siendo mi hija”, señaló.
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Relató que, cuando iba de camino a su trabajo por la mañana, recibió una llamada en la que le informaron sobre el accidente de su hija. «Pero yo asumí que era un accidente cualquiera», dijo.
“En otra llamada alguien me dijo lo mismo, nadie me quería decir que ella había muerto. Pero después, como a eso de las 6:30 de la mañana, otra persona tuvo valor y me dijo: ‘su hija está muerta’”, concluyó.