TEGUCIGALPA, HONDURAS. Día a día miles de personas duermen en las calles sin tener idea que podría ser su última noche debido a las condiciones vulnerables a las que se enfrentan sobre todo en las principales ciudades del país.
Tal fue el caso de un señor de la tercera edad que falleció bajo la lluvia en noviembre del año pasado, a causa de las bajas temperaturas que se registraron en San Pedro Sula. Su cuerpo quedó en el pavimento con todo lo que formaba su hogar, un simple pedazo de cartón.
Escenario similar que vivió un indigente que murió en diciembre del año pasado presuntamente por hipotermia en la colonia 21 de febrero en Tegucigalpa, la víctima fue identificada como Osman Herrera de 35 años y transeúntes aseguran que era adicto a las drogas.
Diario Tiempo consultó con diversos expertos sobre la raíz del aumento en la indigencia en el país y qué medidas se pueden tomar para afrontarlo.
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Causas
El sociólogo hondureño, Armando Orellana, indicó que el problema se extiende a las acciones del Estado hondureño al tratamiento de las causas.
«El tema es prácticamente el abandono, no solamente de la familia es del mismo Estado. La situaciones del alcoholismo, la drogadicción y a veces el tema de la desatención de la salud mental, me parece está pesando mucho en ello», manifestó.
Del mismo modo, Orellana señaló que otra las razones por las que las personas terminan en la calle es su edad, algo que no pueden evitar.
«Por otro lado, el abandono de la tercera edad y esa falta de sensibilidad para los adultos mayores», detalló.
En este sentido, el experto comentó que las persona que tienen adicciones no pueden acceder a programas de recuperación debido a su costo.
«La misma situación socioeconómica prácticamente los deja en el abandono», lamentó a Diario Tiempo.
De igual manera, el sociólogo aseguró que el Estado tiene tanta responsabilidad como los familiares de las personas bajo esta condición.
«Hay poca atención. Realmente que a mí me parece que es responsabilidad tanto de la familia como del propio Estado y las misma situación socioeconómica en la que cada vez ha empeorado», resaltó.
Pobreza
Por su parte, el director de FLACSO Honduras, Rolando Sierra Fonseca, señaló que la pobreza continua siendo una de las principales causas.
«Hay que tomar en cuenta que Honduras se caracteriza por ser un país con un alto nivel de pobreza. Prácticamente, el 64% de población según la última estimación vive en condición de pobreza», explicó.
Además, Sierra manifestó que a estos grupos vulnerables se han sumando las madres solteras, que terminan pidiendo dinero en las calles hondureña.
«No tienen una familia en quién apoyarse, entonces eso los lleva a estas situaciones indigencia», aseguró.
Del mismo modo, el director de FLACSO Honduras explicó que la fuente de ingresos agrava la situación de los hondureños bajo esta condición.
Proactividad
En este sentido, Sierra criticó que el Estado hondureño debe ser más proactivo para poder atender estas necesidades.
«No tienen una fuente de ingreso que les permita salir de esta situación. Es decir, no existen, realmente desde el Estado. Debería de haber una cuestión más proactiva», comentó.
Además, el director de FLACSO Honduras explicó que las autoridades estatales deben de acercarse a esta población y tratar de sacarlas de la indigencia.
«Sabemos que hay hogares para ancianos u hogares para personas en situación de indigencia. Hay una cuestión que estas personas se vayan a recoger y buscar donde vivir de parte de las alcaldías fundamentalmente, sobre todo en la ciudades más grandes», expresó.
¿Qué se debe hacer?
Sierra explicó que se deben crear programas estatales que pueda llegar a las personas que más lo necesitan. Esto, en conjunto de las alcaldías y otra instancias que lo ameritaban.
«Debe de haber un trabajo unido de las alcaldías y las instituciones del gobierno con la erradicación de la indigencia», destacó.
Del mismo modo, el directo de esta institución señaló que es necesario realizar un diagnóstico de la situación en general para ubicar los afectados. Esto, debido a que el trabajo de las iglesias y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) no son permanentes y no están orientadas a sacarlos de esta situación.
Por su parte, el sociólogo Armando Orellana explicó que se deben atender las aflicciones de las personas con situación de calle con mecanismo eficientes.
«Otro tema es el de los comedores público que se podría hacer o centros que los podrían albergar por lo menos para pasar la noche. Hay algo de ello, pero me parece que requiere mayor inversión y mayor atención sobre este tema, sobre todo divulgarlo», señaló.
De igual manera, el experto manifestó que estos programas deben de aplicarse sobre todo en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba.
Doble abandono
El coordinador del Observatorio de Derechos de la Niñez de Casa Alianza de Honduras (CAH), Bertilio Amaya, señaló que únicamente se tiene un estimado de los niños en situación de calle.
«Alrededor de 15 mil niños y niñas en situación de calle. Luego, con la llegada de la pandemia aumentó entre 18 mil», reveló.
Además, confirmó que solo se cuenta con un censo de menores y no de personas adultas. Debido a esto, Diario Tiempo contactó al director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Eugenio Sosa.
«De ese tema no tenemos, es difícil de captar en las encuestas. No tenemos datos de indigencia», explicó.
Como queda evidenciado, la falta de un censo de personas en situación de calle hace imposible dimensionar el problema que es perceptible en las avenidas del país. Estas personas han sido doblemente abandonadas, no solo por su familia, sino también por el Estado.
La mendicidad dejó de ser un problema cotidiano para convertirse en algo estructural sobre todo en las dos principales del país, situación que requiere un plan integral, del gobierno, sociedad civil y organismos internacionales para ser enfrentando.