TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un total de cinco personas fallecidas por COVID-19 reportó este miércoles el Instituto Nacional Cardiopulmonar («Tórax»), según anunció la doctora Suyapa Sosa, jefa de salas.
En el reporte provisto, se indicó que una de las defunciones es el caso de un hombre, con una edad próxima a los 30 años, que procedía de un centro penitenciario nacional. Es el primer privado de libertad que fallece por el padecimiento en Honduras.
Según la galena en mención, ese individuo presentó un cuadro clínico atípico, lejos de los síntomas que usualmente se presentan con la enfermedad. Se le tuvo que realizar más de una prueba para ratificar el diagnóstico.
«Sus primeras pruebas estaban negativas; logramos hacer el diagnóstico con las pruebas subsiguientes. Sus sintomatología no era el que todo el mundo espera; esta enfermedad todos los días nos enseña algo nuevo. Se presentó con un fuerte dolor abdominal», explicó Sosa.
Asimismo, externó su consideración sobre cómo es que se estaría produciendo la propagación de COVID-19 en el sistema carcelario. «¿Cómo se va a contagiar un privado de libertad, si hace meses no tienen visitas?», cuestionó en primera instancia.
Y agregó: «Pienso que son los custodios que andan muchas áreas del país y se contagian y no lo saben».
Además, se contabilizó el deceso de una mujer puérpera (recién dio a luz), quien tenía más de tres semanas de estar bajo ventilación mecánica. Previo a su ingreso al «Tórax», se sometió a una cesárea en el hospital San Felipe. Después, se complicó con una insuficiencia respiratoria.
Sobre los otros tres fallecimientos, se limitó a decir que tenían comorbilidades (otras enfermedades) que perjudicaron aún más su salud.
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Tórax: Pacientes graves no tienen ventilador
Actualmente, el «Tórax» tiene más de 60 pacientes especializados. La sala de cuidados intensivos está llena, y un grave problema está a punto de convertirse en trágico. La médico hizo una importante relevación.
«Tenemos el problema de que la sala está llena y hay cinco pacientes graves esperando un ventilador; no hay. Esperamos que pronto se abran más y se tendrá capacidad para 13 personas», detalló.
Sosa culminó su participación lamentando la carencia de recursos humanos ante la crisis sanitaria. «La mayoría de los pacientes están llegando tarde. Queremos abrir más salas COVID, pero, no tenemos el humano para la atención», aquejó.
En las últimas 24 horas, se registraron nueve muertes en ese centro asistencial.
