AFP. El Congreso de El Salvador dispuso que los presuntos pandilleros detenidos sean procesados colectivamente, lo que conducirá a que grupos de unos 900 reos enfrenten un mismo juicio.
Se ordena el «sometimiento de [varios] imputados a un solo proceso penal por su pertenencia a una misma estructura terrorista o agrupación ilícita y que hayan sido capturados dentro de la vigencia del régimen de excepción», desde marzo de 2022, dice el decreto aprobado.
«No hay nada parecido en la historia del mundo de lo que estamos enfrentando nosotros ahora mismo. Son más de 900 imputaciones por clica [célula] lo que presenta este decreto transitorio», señaló el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.
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Pruebas individuales
Por su parte, el vicepresidente del Congreso, Guillermo Gallegos, explicó que «con esta disposición la Fiscalía no tendrá que presentar pruebas individuales en contra de los pandilleros en un proceso judicial penal».
«Eso facilitará a la Fiscalía y a los tribunales el juzgamiento de los delincuentes pandilleros», dijo el legislador oficialista.
Además, la Fiscalía podrá «utilizar en un proceso judicial los mismos elementos de prueba en contra de un grupo de pandilleros cuando éstos pertenezcan a una misma célula o que operen en una misma zona geográfica o que hayan participado en un mismo hecho delictivo», añadió.
En este sentido, 67 diputados aliados del presidente Nayib Bukele aprobaron la «disposición transitoria».
La norma, que nació de una iniciativa de Buleke, también establece que los detenidos bajo el régimen de excepción pueden permanecer presos hasta 24 meses antes de que la Fiscalía los lleve a juicio u ordene su liberación.
El diputado opositor Jaime Guevara, del izquierdista Frente Farabundo Martí, criticó la nueva norma al considerar que «solo busca resolver el colapso que tiene el sistema judicial por las miles de capturas en el régimen de excepción», que suman casi 72.000.
Ley Contra el Crimen Organizado
El estado de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, fue instaurado tras una ola de violencia que dejó 87 muertos en marzo de 2022, atribuida por el gobierno a las pandillas o maras.
La estrategia de Bukele para combatirlas ha elevado los niveles de seguridad en el país y cuenta con amplio apoyo ciudadano. Pero, la Iglesia católica y organizaciones de derechos humanos critican la medida. Del mismo modo, la comunidad internacional ha cuestionado el accionar del mandatario.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, apuntó que si el abordaje se centra en «las medidas más extremas» y no en «temas de fondo», es «pan para hoy y hambre para mañana».
Bukele respondió a esa crítica en la misma red afirmando que su gobierno «puede hacer dos cosas a la vez. Una buena estrategia de seguridad incluye la prevención y la represión directa del delito».
«Qué difícil ha de ser liderar un país teniendo tan poco sentido común», le lanzó a su par chileno.
El Congreso reformó la Ley Contra el Crimen Organizado. La acción eleva hasta 60 años de prisión las penas a quienes son «autores mediatos» de un crimen.
Villatoro señaló que «los líderes o cabecillas de pandillas son los que principalmente recibirán esa condena de 60 años. Pues son los que ordenan crímenes» en esas bandas.
Condena
En marzo de 2022 el Congreso había incrementado de 9 a 45 años de prisión la condena máxima por pertenecer a pandillas.
Para encerrar a los pandilleros, Bukele construyó una megacárcel para 40.000 presos que según el gobierno es la prisión «más grande de América». Esto, con un duro régimen de reclusión que organismos de derechos humanos denuncian.
Las encuestas dicen que nueve de cada diez salvadoreños se sienten seguros con el régimen de excepción. Así mismo, que apoyan la gestión del mandatario.