GRACIAS A DIOS, HONDURAS. A cien años de cárcel fue condenado un hondureño originario de La Mosquitia, tras demostrarse su culpabilidad en la ejecución de una masacre, donde perdieron la vida cinco personas miembros de una sola familia.
El hecho criminal ocurrió el 23 de noviembre de 2017 y tuvo lugar en el municipio de Brus Laguna, departamento de Gracias a Dios. El responsable responde al nombre de Tino Reyes Mejía.
Las víctimas de la citada masacre son: Mauricio Yud Eude Guebral (60), padre de Suezie Janery Eude Gómez, quien era la madre de los menores Yeimi Sarahí Eude Gómez (9), Kessey Yalitza Honduray Eude (4) y Jeffe René Honduray Eude (2).
A Reyes Mejía se le realizó la audiencia en Puerto Lempira, donde un Tribunal de Sentencia lo declaró culpable. Asimismo, se le condenó por el delito de faltas en perjuicio de un testigo protegido quien resultó ser el único sobreviviente del hecho violento.
La masacre
Un jueves 23 de noviembre de 2017, las víctimas del imputado se dirigían al municipio de Brus Laguna, luego de haber salido de una finca conocida como “Sicri”. Se conoció que el abuelo de los menores fallecidos era pastor de una iglesia en ese sector.
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Toda la familia se transportaba en un pipante (transporte acuático) y a eso de las 7:00 a.m. de ese mismo día, “Tino” Reyes Mejía se acercó a la embarcación y le infirió varios “machetazos” a la madre de familia.
En una reacción inmediata, el padre de la fémina intentó defenderla, pero resultó con las mismas heridas que su hija, mismas que le quitaron la vida.
Versión de testigo
Un menor de edad es el testigo del caso, este logró tomar un arma blanca e intentar repeler el ataque de Reyes. Sin embargo, no logró su cometido y se lanzó al agua en un intento desesperado por sobrevivir.
Según su relato, este presenció cuando el sujeto le quitaba la vida a tres menores que aún quedaban en la embarcación.
Acto seguido, el hechor se acercó al único sobreviviente para reclamarle por su intervención de evitar el asesinato, por lo que muy molesto hirió uno de sus brazos con la misma arma que había asesinado a la familia completa.
Posteriormente, lo subió a la embarcación, ató sus manos y cubrió sus ojos. No obstante, éste asegura que escuchó cuando Reyes lanzaba los cuerpos sin vida a las aguas de Brus Laguna.
El sobreviviente logró escapar y contó el relato a su madre y días después dieron parte a las autoridades. Fue hasta ayer que el despiadado sujeto recibió sentencia por cien años de reclusión.
