Redacción. Con una solemne eucaristía, presidida por el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay, se conmemoró y celebró este sábado 3 de febrero el 277 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras.
Como cada año, miles de feligreses se desplazaron desde diferentes puntos del país, para así rendir homenaje y celebrar a la virgen. La Basílica de Suyapa, en la aldea que lleva el mismo nombre, lució totalmente llena esta mañana, mientras se celebraba la misa.
Al acto religioso asistieron los miembros del clero, tanto de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, como anfitriones, y de las diferentes diócesis del país. De la misma manera, participaron este año Octavio Cisneros de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y sacerdotes de otras partes del mundo.
Es la primera misa solemne en honor al aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, que preside el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay.
A los oficios solemnes, también se hizo presente la presidenta de la República, Xiomara Castro, en compañía de la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Ráquel Obando; la designada presidencial, Doris Gutiérrez y otros funcionarios de gobierno.
De la misma manera, participaron el alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana y miembros de la corporación municipal. También, parte del alto mando de las Fuerzas Armadas (FFAA) y la Policía Nacional.
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Mensaje destacando a las madres
En su homilía, el arzobispo de Tegucigalpa destacó el papel y valor de las madres de familia en la sociedad, comparando esta figura con la de Santa María, madre de Dios, representada en la Virgen de Suyapa en Honduras.
«La misericordia de una madre hace que vea a sus hijos con amor y esperanza. Esos tus ojos misericordiosos, ¡oh Virgen de Suyapa!, nos hacen sentir consuelo y perdón», indicó monseñor Nácher.
«Nuestra madre de Suyapa es auténticamente grande, la grandeza verdadera, no la de este mundo. Sí, la virgen es pequeña, cuanto más sus ojos lo son, casi imperceptibles, son pequeños, pero están abiertos y allí radica su grandeza, en esos ojos abiertos a los demás y que no mira desde lo alto, sino que con pedagogía de madre se inclina para ver de cerca, con ternura y verdad», destacó en su homilía.
También, el religioso pidió a Dios por aquellas mujeres hondureñas que han dicho sí a la vida y que han procreado en su vientre con el ejemplo de María.
Madres valientes
Asimismo, refirió a aquellas madres que son valientes y sacan adelante a sus hijos, luchando día a día. Al igual, de las mamás que parece que ya no pueden más y pese a eso, continúan.
Nácher Tatay abogó por aquellas madres que sufren de la violencia, para que Dios y la Virgen intercedan por ellas. A su vez, remarcó a aquellas mamás que han perdido a sus hijos de alguna u otra manera, para que sea la madre del cielo la que las acobije.
Al finalizar la santa eucaristía, el Arzobispo de Tegucigalpa agradeció a las autoridades, cuerpos de socorro y demás entes por el trabajo realizado en estos días, atendiendo y velando por los miles de peregrinos que llegaron a rendir tributo a la reina de Honduras.
Fotos e información: Suyapa Medios.