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jueves, mayo 2, 2024

COMO EL AVESTRUZ Y ADICTOS

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Israel Romero Puerto

El avestruz es el más grande de todas las aves. A pesar de sus largas patas y un cuerpo voluminoso que puede superar las 50 libras, alcanza una velocidad de 35 kilómetros/h. Su más notoria debilidad es su ignorancia o ingenuidad. Cuando se ve en peligro, busca suelo blando o arena para meter su cabeza, dejando al descubierto su enorme cuerpo.

Se ha comprobado científicamente que las personas que padecen enfermedades sicosomáticas solo pueden rehabilitarse si aceptan que su vicio es una enfermedad. Los Alcohólicos Anónimos imponen como un requisito para ingresar, que el aspirante acepte públicamente que es un enfermo alcohólico.

Lo mismo ocurre con los adictos a drogas ilegales. Mientras no acepten que su problema es una enfermedad, no hay forma de que inicien un tratamiento regenerativo, y consigan librarse de la adicción. Cuando un adicto acepta que usa marihuana es porque está usando drogas mas fuertes.

En Honduras, el gobierno y pueblo se ha convertido en un enfermo adicto a la corrupción institucionalizada, a la extorsión, chantaje, sicarios y encostalados. El primero en padecer la enfermedad es el gobierno, y de allí se ha pasado al pueblo como un virus contagioso.

El gobierno se deshizo de los indignados en huelga de hambre. También limpió a los que protestaban con antorchas en Tegucigalpa, quedando solamente los que hacen sus vigilias y marchas en San Pedro. El gobierno ve a quienes protestan como el problema, pero se hace el ciego ante los problemas reales del país.

La corrupción institucionalizada sigue rampante, los sicarios siguen ejecutando gente, la extorsión y asaltos a buses aumenta, y las muertes violentas promedian 14 diarias de acuerdo con un reporte del Observatorio de la Violencia de la UNAH.

Un resultado lógico e inmediato de la corrupción e inseguridad se refleja en las clases bajas. La Comisión Nacional de Bancos y Seguros reporta que hay más de un millón de hondureños registrados en la central de riesgos. Es decir que tienen problemas para pagar sus deudas.

Recientemente estuvo en Honduras un facilitador de la OEA, John Biehel, quien se marchó prometiendo que regresará, no sin antes manifestar su descontento porque los indignados protestaron una vez con violencia. Pero no mencionó cuáles son los verdaderos problemas del país, y lo mas destacado que hizo fue ir al Congreso Nacional e incitar a los diputados a tomar cartas en el asunto. La traducción que hacemos de sus declaraciones es que el Congreso debería despenalizar la corrupción, el sicariato, la extorsión, y los 14 encostalados que aparecen diariamente. Parece que Biehel se fue bien mojado pero ademas como carro desbielado.

En Honduras hay cosas buenas, parajes bonitos y linda gente. Periódicamente se habla de esos temas, y se rinde homenaje a compatriotas con méritos. En educación superior se está trabajando con excelencia. Pero algunos se enojan porque se dice que este país junto con México es uno de los mas corruptos y violentos del mundo. Deberían pedir un reporte mensual de los homicidios al Observatorio de la Violencia (UNAH).

Pero por sobre todas las cosas no se puede actuar como el avestruz ni como los adictos que no aceptan su problema. De nuevo, el embajador de los Estados Unidos expresó que el problema de la corrupción en Honduras solo puede tener una solución hondureña. Aceptar que hay corrupción y violencia, es el primer paso para la solución del problema. Eso, nadie vendrá de afuera a hacerlo. Solo los hondureños pueden hacerlo.
Jehová aconseja: “Explica enigmas y resuelve problemas difíciles.” (Daniel 5:12)

Juris Doctor (Jurista Internacional), PhD. israel09r@yahoo.com

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