Redacción. Pobladores de Colón, zona norte del territorio hondureño, reanudaron este jueves las manifestaciones y toma de carreteras como medida de protesta en contra del decreto 117-2012, que prohíbe la portación de armas a civiles en el departamento.
Los ciudadanos, entre ellos ganaderos, comerciantes y fuerzas vivas de la zona, anunciaron previamente que se tomarían siete puntos clave de la carretera CA-13, para que las autoridades competentes los escuchen y tomen en cuenta sus peticiones.
Desde las 6:00 de la mañana, las protestas se centran en las comunidades de Honduras Aguán, en Trujillo; Taujica, en Tocoa; La Esperanza, en Bonito Oriental; en el desvío de Braulio; puente del río Tocoa; puente río Aguán, en Sabá; y en la aldea Puente Alto, en Sonaguera.
Los manifestantes no permitirán el paso de ningún vehículo hasta que se derogue el decreto que, según ellos, vulnera su derecho de defenderse. Éstos argumentan que el control de armas, implementado para reducir la violencia en el departamento norteño, ha dejado a los ciudadanos indefensos.
«Este decreto nos desarma y deja a merced de los criminales. No pararemos hasta que lo eliminen», declaró uno de los líderes del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).
Video
Lea también: Policía Nacional aplicará medidas por protestas en las vías publicas
Cumplimiento de advertencias
Las protestas en contra del decreto comenzaron a inicios de octubre, inclusive el pasado 12 de octubre los manifestantes dieron un plazo de quince días a las autoridades hondureñas para derogar el decreto, o bien emitir salvoconductos que permitan defenderse.
De no obtener una respuesta favorable, advirtieron en un principio, retomarían las protestas en puntos clave de Colón. Al respecto, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, afirmó que se les concederían los salvoconductos y que lo ideal sería realizar una reforma.
Hasta el momento, los pobladores no han visto avances en las promesas. Por lo tanto, al cumplirse el plazo advertido retomaron las tomas y cierre de calles. Colón ha sido escenario de conflicto entre campesinos y terratenientes que ha cobrado la vida de decenas de personas en los últimos años.