Internacional.- Avi Loeb, un científico estadunidense de la Universidad de Harvard con años de investigación, afirma sobre la posible existencia de vida inteligente fuera de la Tierra.
El científico plantea que, a pesar de las ideas en las historias de ciencia ficción sobre encuentros con seres extraterrestres y naves espaciales, es más probable que nuestro primer contacto real esté en los desechos dejados por estos seres.
El Dr. Avi Loeb, quien ocupa el cargo de director del Instituto de Teoría y Computación en el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, confirmó que los resultados del análisis realizado este mes podrían, sin duda alguna, revelar el “primer contacto” de la humanidad con seres extraterrestres.
Además, la NASA también comparte la opinión de que el artefacto IM1 muy probablemente proviene del espacio exterior. Lo que lo convierte en el primer visitante extraterrestre reconocido en llegar a la Tierra.
Pruebas de vida extraterrestre
Los restos, denominados esférulas, están compuestos principalmente de hierro y se consideran “anómalos” debido a que difieren de las características típicas de los meteoritos observados. Además, no se ajustan a ningún tipo de producción humana conocida.
Una de las hipótesis del científico sugiere que estos objetos podrían ser los remanentes de un artefacto dejado por una antigua civilización extraterrestre con un alto nivel tecnológico que existió hace millones de años, y que actualmente sus restos siguen vagando por el espacio interestelar.
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En una columna de opinión, Loeb escribió que si pudiéramos identificar restos tecnológicos interestelares, podríamos descubrir la naturaleza de otras civilizaciones cósmicas. Incluso si ya no están presentes, ya que sus objetos podrían haber perdurado más tiempo que su propia existencia. Loeb enfatizó que la basura extraterrestre sería de gran valor para nosotros, como si fuera oro.
Las esférulas están siendo sometidas a análisis en laboratorios de renombre como Harvard, la Universidad de Berkeley y el laboratorio de Bruker en Alemania.
El científico garantiza que los resultados de los análisis sobre el origen de las esférulas serán presentados en un informe. Mismo que se envió a revistas especializadas para su publicación.