Redacción.-Al rededor del 75% de los parricidios en Honduras no son fiscalizados, según datos contrastados entre el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH) y la Dirección Policial de Investigación de la Policia Nacional (DPI)
Según Cifras proporcionadas por el ONV-UNAH, en 2023 se registraron 53 casos de parricidios a nivel nacional, pero cerca de 19 o más no fueron documentados. Mientras, la DPI sostiene que únicamente 12 casos de nueve departamentos se remitieron a la Fiscalía correspondiente.
Los departamentos involucrados son El Paraíso (2), Colón (2), Choluteca (1), Lempira (2), Olancho (1), Santa Bárbara (1), Cortés (1), Comayagua (1) y Valle (1).
Respecto al 2024, la DPI registró de enero a marzo únicamente seis casos por este delito. Los escenarios se reportan en El Paraíso (2), Copán (1), Francisco Morazán (1), Valle (1) y Cortés (1).
Sin embargo, dentro de esas cifras hay casos que no aparecen contabilizados, como ser el crimen perpetuado por una hija contra su madre el sábado 9 de marzo en la ciudad de Comayagüela del Distrito Central.
¿Qué es el parricidio?
De acuerdo con el Código Penal, en su artículo 194, el delito de parricidio se refiere a «quien mata a alguno de sus ascendientes, descendientes, conyuge, o persona con la que el agravio mantenga una relación estable (…)».
Además, quien cometa este tipo de acción deberá enfrentar una pena de veinte (20) a veinticinco (25) años de prisión.
Hechos recientes
El hecho más reciente, es el de Domitila Zambrano, de 63 años de edad. Ella murió el pasado sábado 09 de marzo a manos de su hija Cinthia Johana Ávila Zambrano (38), en la colonia Betania, Tegucigalpa.
El suceso se produjo alrededor de las 9:00 p.m. cuando ambas se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas. Acto seguido, se desató una discusión entre ambas, llegando a los golpes y provocando la muerte de Domitila.
Otro acto similar se suscitó el 31 de enero en la colonia Los Pinos, Danlí, departamento de El Paraíso, cuando Bayron Chávez, aparentemente bajo el efecto de las drogas y con un palo, le quitó la vida a su padre, Higinio Chávez.
Al respecto, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, comentó a través del noticiero TN5 estelar, que tanto los casos registrados en 2023 y los ahora reportados en 2024, no han quedado impunes.
«Nos complace dar a conocer que el cien por ciento (100%) de los casos han sido resueltos», aseguró el comisionado Martínez Madrid.
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Víctimas de violencia intrafamiliar
La titular del ONV-UNAH, Migdonia Ayestas explicó a través de Diario Tiempo que se registraron un de 53 parricidios durante el 2023, pero este flagelo cobra al rededor de 77 vícitimas anuales a nivel nacional.
Ayestas explicó que la violencia intrafamiliar se origina ante el poco conocimiento de solucionar los conflictos en la familia. «La forma en que la gente resuelve los problemas es a través de la fuerza y el poder, y si tiene un arma, ya sea de fuego o corto punzante, la utiliza, porque no hemos aprendido a usar el diálogo o la negociación», dijo.
Explicó que las acciones violentas se derivan también de la autoridad en el hogar, que en algunos casos es controladora y conflictiva.
«El hecho de querer controlar y mandar al otro hace que se derive en un problema y luego está también el tema de las carencias que hay en las familias y las muestras de afecto. Esos son algunos factores», comentó.
Migdonia Ayestas resaltó también la falta de prevención de la violencia por parte de las instituciones correspondientes, así como la poca enseñanza de mecanismos para resolver controversias y conflictos. Por lo tanto, destacó la importancia de enseñar a través de la educación la «no violencia».
«Como no se nos enseñan, creemos que a través de golpes y gritos podemos resolver», manifestó.
Alcohol y drogas, principales detonantes
El psiquiatra Javier Uclés, dijo a este medio de comunicación, que en la mayoría de casos el delito se deriva de las malas relaciones familiares; mismas que lleva a muchos a recurrir a las drogas y el alcohol y «a causa de estos se ponen violentos y cometen el parricidio«.
Entre otros factores, resaltó la falta de buenas relaciones entre padres e hijos, problemas de dinero e incluso sentimentales, es decir, cuando el victimario siente que sus padres tiene preferencias hacia sus otros hijos.
«Existen bastantes razones para poder llegar a atacar, pero en muchos casos es cuando están bajo los efectos de las drogas que se enloquecen y cometen el delito», aseguró.
Según el experto, en este tipo de casos generalmente son más los hombres que las mujeres, quienes cometen el delito.
Explicó que referente a las mujeres es frecuente que le arrebaten la vida a la madre, mientras que los hombres suelen atentar contra ambos padres. «Hay celos y hay problemas en los que no se han podido entender. Entonces llega un momento en el que estallan y el detonante está en el consumo de sustancias», reiteró.
Uclés señaló que existen patologías psiquiátricas relacionadas con el parricidio, entre ellas la esquizofrenia y la depresión. Ejemplificó que un sujeto que ha notado preferencias haca hijos desde hace un tiempo, desencadena locuras o psicosis transitorias, producto del afecto o de la depresión de la otra persona.
Además, agrega que se produce la desintegración familiar, pues al final la familia es la mayor perjudica, incluso sus miembros suelen caer en depresión e intentar quitarse la vida.
La pérdida del respeto a las figuras paternas y la falta de valores inculcados han distorsionado el patrón familiar en hogares atacados por vicios y la violencia que arropa al país.