HONDURAS. Este domingo, el Día de la Biblia se celebra con gran fervor y color en varias ciudades de Honduras, donde las calles se transformaron en un espectáculo de unidad y devoción.
Ministerios y comunidades se unieron para conmemorar este día especial, destacando el orgullo y la fe que une a los creyentes en el país.
Ciudades de todo el país conmemoraron en grande el Día de la Biblia, recordando la palabra de Jesucristo e invitando a demás compatriotas a unirse con júbilo a las celebraciones.
Uno de los desfiles más destacados tuvo lugar en Tegucigalpa, donde desde las 4:00 de la mañana, un gran número de fieles comenzaron a congregarse en el bulevar Suyapa. Jóvenes, adultos y niños se unieron para celebrar, llenando las calles de alegría y espiritualidad.
La jornada estuvo acompañada por bandas de música, grupos de danza y diversas actividades conmemorativas que reflejaron la riqueza religiosa de Honduras.
«Me siento orgullosa por celebrar lo que es de Dios, invito a las personas a que vengan a celebrar este día», expresó una niña a HCH. Otro participante expresó: «Esta biblia es mi arma que Dios me ha dado para predicar el evangelio a toda criatura. El Señor nos pide que seamos fieles y que compartamos su palabra con quien lo necesite».
Las iglesias mostraron su unidad y compromiso con la fe, explicando la importancia de la biblia en la vida de cada creyente.
Día de la Biblia en Honduras
El Día Nacional de la Biblia en Honduras se celebra el último domingo de septiembre. Este día se oficializó en 1988 por el Congreso a través de una moción presentada por Glen Solomon, diputado de Islas de la Bahía.
La festividad principalmente la celebran las iglesias evangélicas, mientras que la Iglesia Católica celebra el 30 de septiembre en honor a San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín (Vulgata). Los evangélicos conmemoran esta fecha con desfiles y actividades, exaltando la importancia de la Biblia para la salvación espiritual.
El Día de la Biblia está relacionado con la impresión de la primera Biblia en español, llamada la Biblia del Oso, completada el 26 de septiembre de 1569 por Casiodoro de Reina. Esta obra fue posteriormente revisada por Cipriano de Valera, dando origen a la famosa versión Reina-Valera.
En el año 2000, se intentó introducir la lectura de pasajes bíblicos en las escuelas. No obstante, dicha ley fue considerada inconstitucional, ya que la Constitución de Honduras establece una educación laica.
