SAN PEDRO SULA.- La Pastoral Social/Cáritas de Honduras ha lanzado un reflexivo análisis sobre la violencia en Honduras.
Cáritas también ha criticado las medidas antiviolencia impuestas por los últimos gobiernos. incluyendo al de Juan Orlando Hérnandez.
Esta pastoral, un departamento de la Iglesia Católica, ha hecho el análisis desde una perspectiva no cortoplacista.
«El aumento de la criminalidad y la violencia coincide en Honduras con la transición democrática», comienza a señalar CH. » Proceso que data de un poco más de 35 años», agrega.
«Este proceso democrático no ha logrado la estabilidad política. Al contrario, ha incrementado dramáticamente la pobreza y ha profundizado la inequidad social».
Como una critica indirecta a sectores de la sociedad que sólo piden reformas al Código Penal, la Pastoral recuerda que se «tiene la impresión que no se ha realizado un análisis serio de la situación de vulnerabilidad en la que vive la mayoría de la población».
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«Por esa razón, agrega, se llega a proponer » medidas para salir del paso: acciones policiacas desarticuladas».
Por consiguiente, apunta, esas acciones reducen la política de seguridad «a tener más policías, más armas, más penas y más cárceles».
Estas medidas desesperadas y violentas colocan al país en pie de guerra. Igualmente, llevan al enfrentamiento de las autoridades con los antisociales», advierte.
En otro mensaje, Cáritas señala que la «repuesta a la violencia se enmarca en la lógica de la Ley del Talión».
Al respecto, la Pastoral de Cáritas recuerda una vieja máxima que dice «la violencia engendra más violencia y nos sume en una espiral de la que nadie se puede escapar».
Como si fuera un mensaje con nombre y apellido, Cáritas reitera que las «soluciones de fuerza no garantizan la paz ciudadana».
Para fortalecer esta observación, se remite a la historia y dice que «cuanto más represivos son los controles, más se elevan los indicadores de violencia institucional. También la «arbitrariedad de los operadores de justicia, incluidas las fuerzas de seguridad sin que por ello disminuya la violencia».
Cáritas de Honduras manda a decir que «cualquier reforma al sistema de Seguridad debe estar acompañada de políticas y leyes que modifiquen la situación de pobreza, exclusión y violencia».
«La violencia hace retroceder a la sociedad hondureña a la década de los 80s. Volvemos a convertirnos en un Estado militarizado que infunde miedo», advierte Cáritas.
Luego agrega que un Estado Militarizado «ejerce sin discreción la violencia y en un Estado de Seguridad Nacional. En este estado la vida de las personas depende de las armas y de la voluntad de quienes las portan».
«Recordemos que el poder de las armas es engañosa», remarca Cáritas en este histórico documento.
El documento de Cáritas, rama social de la Iglesia Católica, también le manda un reconocimiento al gobierno de JOH.
«Somos conscientes de la necesidad momentánea de las accciones represivas que el gobierno ha tomado para enfrentar el delito».
Caritas: Es urgente un pacto
Pero igualmente, le advierte su preocupación » que en un tema tan sensible no se establezcan consensos políticos y acuerdos sociales». Esto para permitir balancear » las intervenciones preventivas y represivas, así como también establecer los límites en el ejercicio en el poder y el monopolio de la fuerza en nombre de la protección de los ciudadanos y del orden público».
Luego Cáritas insiste en que es urgente que el gobierno reconozca humildemente que para enfrentar la seguridad es necesario el diálogo. También la búsqueda de soluciones integrales con la participación de todos los sectores sociales.
«Un gran pacto social por la seguridad es urgente y necesario», apunta finalmente esta pastoral de la Iglesia Católica.
