REDACCIÓN. Ángel Adalberto Martínez Núñez, de 34 años de edad, más conocido como «Caballo Loco», tuvo una vida bastante estrecha entre la libertad y la prisión.
Señalado en varias ocasiones, encarcelado y luego liberado por falta de pruebas, fue parte del estilo de vida del infortunado «Caballo Loco», quien fue asesinado el pasado domingo mientras disfrutaba con amigos del feriado de Semana Santa en la costa norte de Honduras.
ASÍ COMENZÓ TODO:
Luego de varios meses de seguirle la pista, agentes de la Policía Nacional lograron la captura de Ángel Adalberto Martínez Núñez, alias «Caballo Loco». Esto, en diciembre del 2013, sindicado como el líder de una temible banda y acusado del crimen del periodista David Meza Montesinos en el año 2010.
En una operación combinada entre varias dependencias de la Policía, a eso de las 3:00 am se logró ubicar a Martínez Núñez. Esto, en una vivienda en la colonia El Siete del conflictivo sector de Bonitillo.
El líder de la banda «Caballo Loco» se encontraba con su compañera de hogar identificada como Glenda Maritza Carranza, de 18 años de edad. Así como Juan Ramón Martínez Orellana, de 20 años de edad en ese entonces, alias «El Flaco». Tras un enfrentamiento armado, Martínez Núñez y sus acompañantes lograron ser capturados a eso de las 6:25 am.
“Al final ellos optaron por rendirse, ya que había un cerco policial y eso les impidió que escaparan”. Lo anterior lo informó el subcomisionado Edilberto Brizuela, jefe de la extinta Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) en Atlántida.
A los dos hombres se les decomisó un fusil AR-15 con un dispositivo de lanzagranadas, una escopeta Remington calibre 12; una pistola Pietro Beretta 9 milímetros. Además, una granada de fragmentación de mano, una granada de 40 milímetros. Cuatro cargadores de nueve milímetros, un radio de comunicación, seis celulares. Así como una cámara fotográfica, una caja de tirosnueve milímetros y un cantidad considerable de munición de AK -47.
Sobre «Caballo Loco» y su red criminal había dos órdenes de captura emitidas por el Juzgado de Letras de La Ceiba: una emitida el 1 de junio por el asesinato del periodista David Enrique Meza Montesinos, ocurrido el 11 de marzo del 2010. Y otra con fecha del 16 de agosto del 2012 por el asesinato de seis personas en un billar de la colonia Pizatti, ocurrida la noche del 18 de marzo de 2012. El arresto de Martínez Núñez ocurrió dos semanas después de la captura de Marvin Exdonio García Lobo, Spai, considerado
como la mano derecha de este temido personaje.
NEGÓ MUERTE DE PERIODISTA
Desde el 30 de diciembre de 2012 se asestó el primer golpe a la banda del «Caballo Loco» con la captura de dos de sus miembros identificados como Félix Alfredo Valle y Ricardo Ponce. Ambos se encontraban en una vivienda con un arsenal. Así como indumentaria militar. Ambos se encuentran recluidos en la cárcel de máxima seguridad de Támara, Francisco Morazán. “No soy una mansa paloma. Pero desde que me acusaron de la muerte del señor David Meza he tenido que andar huyendo. Están mis hijas ahí, y Dios que sabe que no estoy mintiendo. Yo no tuve nada que ver en la muerte de ese señor”, expresó Martínez Núñez.
“Me echaron el clavo a mí, pero mis abogados están allí para demostrar mi inocencia”, dijo a los periodistas. Además de Martínez Núñez, por el crimen del periodista las autoridades acusaron a Tompson Ibans, Mario Roberto Guevara y Marco Joel Álvarez, este último fue absuelto por el Tribunal Penal de La Ceiba.
CAPTURADO EN 2016 LUEGO QUE FUERA LIBERADO
Agentes encubiertos de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) capturaron en junio del 2016 a Ángel Adalberto Martínez Núñez, quien en ese momento hacía dos semanas había recobrado su libertad tras permanecer preso desde diciembre de 2013, acusado de darle muerte al periodista David Meza.
“Caballo Loco” gozaba de medidas cautelares por los juzgados ceibeños, pues no encontraron pruebas que lo incriminaran y debía ir a firmar un libro a los tribunales.
DE LA CÁRCEL A LA LIBERTAD Y VICEVERSA
Junto con Ángel Martínez se detuvo a su primo Jairo Abraham Mejía Fúnez, residente en el barrio Alvarado de La Ceiba. A los acusados los detuvieron en la carretera CA-13, frente al desvío a la comunidad garífuna de Sambo Creek, cuando se conducían en un vehículo Mitsubishi L200, color gris, con placa PDB5554, el cual estaba en proceso de investigación
porque ellos no portaban documentos del mismo.
ERA TEMIDO EN ATLÁNTIDA
A ambos les encontraron dos armas de fuego: una pistola marca Pietro Beretta, modelo 92FS, calibre 9mm, sin serie, con su respectivo cargador y 15 proyectiles. Y una pistola marca Glock19, color negro, con serie MF105. Así como con su respectivo cargador, el que contenía la cantidad de 17 proyectiles. Asimismo, seis teléfonos celulares y 109,000 lempiras, cuya procedencia indagó un equipo de la Dirección Policial de Investigación (DPI).
Ángel Martínez residía en la colonia El Confite; sin embargo, luego de que fue dejado en libertad se trasladó a vivir al municipio de Sabá, en el departamento de Colón.
Martínez se declaró inocente. “Yo venía porque tenía que presentarme hoy a firmar en los juzgados. Y tenía que ir a una audiencia de una carta de libertad. Los 100,000 lempiras eran para pagarle a mi abogada; los 9,000, para mi mamá. Las armas no son mías”, expresó el acusado.
LE DIERON UNOS 16 DISPAROS
Luego, retornó a la libertad el 18 de enero de este año tras permanecer en el Tercer Batallón de Infantería, pero el 15 de febrero de también este año, fue recapturado junto a una fémina dentro de un vehículo.
Cuando los agentes lo requirieron y le registraron el carro, encontraron una pistola marca Tanfoglio, con serie AC05731, con su respectivo cargador y 16 cartuchos, informaron las autoridades. Al arrestado lo remitieron a la Fiscalía por el delito de posesión ilegal de arma de fuego. Cuando lo detuvieron el sospechoso presentó su carta de libertad por otros delitos por los que estuvo en la cárcel.
Sin embargo, la historia se repitió y el juzgado que conoció esta causa le dictó medidas cautelares distintas a la prisión preventiva.
ENCONTRÓ LA MUERTE
“Caballo Loco”, descansaba de un plácido domingo en el complejo hotelero Palma Real de La Ceiba, cuando fue sorprendido por dos sicarios, quienes sin mediar palabra lo ejecutaron.
Según relatos preliminares, la víctima se encontraba en la piscina del exclusivo hotel cuando individuos llegaron en una lancha. Lo anterior, a través de una playa y le dispararon en unas 16 ocasiones.
Tras la lluvia de disparos, los sujetos se dieron a la fuga. Mientras que el cuerpo de “Caballo Loco” quedó tendido en el suelo. Además, boca arriba, ensangrentado y cerca de una piscina.
ASESINADO EN PLENA SEMANA SANTA
Se supo que los criminales se dirigieron hacia la orilla de una playa, donde los esperaba una camioneta para lograr salir del lugar y sin dejar rastro. En tanto, elementos de seguridad del complejo hotelero se movilizaron para darles persecución; sin embargo, no pudieron detenerlos. Se informó que tampoco ubicaron características precisas sobre el vehículo en el que se conducían, ni el rumbo exacto.
