Tegucigalpa, Honduras.- Las intensas lluvias que han azotado el territorio nacional hace más de una semana tras el paso de la tormenta tropical Pilar y el frente frío ya dejan unos 36,500 hondureños afectados, según las últimas cifras del Comité Permanente de Contingencias (COPECO).
El ente de emergencias reportó en horas de la tarde del martes (7 de noviembre), que había al menos 7,794 familias afectadas, 168 damnificadas, 557 evacuadas y 429 albergadas.
Asimismo, COPECO registra tres fallecidos en diferentes zonas del país. Las tres víctimas fueron identificadas como Kensy Ayala, de 14 años (San Pedro Sula); Delvin López, de 23 años (Omoa) y Trinidad López, de 54 años (Iguala).
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Asimismo, hay 124 comunidades incomunicadas, entre ellas, La Pintada, San Rafael y Las Vegonas en Copán Ruinas tras el crecimiento del río Copán. Al igual que, en Quimistán, Santa Bárbara, donde se registran 30 comunidades incomunicadas más debido a la crecida del río Cuyamel.
Copeco detalló en un informe que la inestabilidad del clima ha provocado daños en 695 viviendas y 5 completamente destruidas. 19 puentes dañados y dos destruidos, 8 cajas puente con daños y misma cantidad destruidas.
También 34 carreteras dañadas, de ellas, 17 en Santa Bárbara, 11 en Cortés, 2 en Atlántida, 2 en El Paraíso, 2 en Yoro y 3 carreteras totalmente destruidas, de estas 2 en El Paraíso y una en Santa Bárbara.
A su vez, mediante redes sociales los pobladores del departamento de la Paz, denunciaron una deplorable condición de la carretera principal. Al igual que, una falla a la altura de Tutule.
Pérdidas en los cultivos
Miles de hectáreas de plantaciones de diferentes ramas en la agricultura en Honduras se han visto dañadas por las intensas lluvias, que ha dejado inundaciones de zonas productivas.
Se reportó que al menos unas 50 mil hectáreas se echaron a perder, únicamente en Atlántida, donde se cuantificó que los daños alcanzarían los 50 millones de lempiras.
En cuanto al frijol, el titular de Porgrano, Dulio Medina, detalló que de la proyección de 800 mil quintales de producción, solo tendrán unos 400 mil debido a las lluvias. De igual manera, existe un escenario negativo para productores de café, de cítricos, ganaderos y de otros productos en la zona atlántica.
Además, los expertos prevén que el maíz, la lechuga, el repollo, apio y el cilantro están en peligro por no ser tolerantes a las presiones de la humedad.
El occidente, zona norte y el caribe del territorio nacional han sido uno de los más afectados, mismos que se encuentran en alerta roja, mientras que el resto del país en alerta amarilla.
Caudal de los ríos
La tarde de ayer, martes (7 de noviembre), autoridades de emergencia informaron que el río Ulúa y Chamelecón, después de que en lo últimos días se mantuvieron a su límite, comenzó a bajar su caudal. Sin embargo, las personas de las aldeas a orillas del afluente se mantienen en alerta.
El monitoreo de las autoridades en el río Ulúa indica se ha intensificado desde el lunes, con una «crecida sorpresiva» y las lluvias no cesan. Por ende, se podría presentar un nuevo incremento del caudal.
El hidrólogo, Luis Dacosta, aseguró que en algunas zonas el caudal del torrente ha disminuido hasta 2 metros. No obstante, recalcó que no significa que el peligro haya pasado. Indicó que continúan las lluvias y eso pone en zozobra a los pobladores que viven en zonas de alto riesgo.
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Pese a la reducción del nivel de los ríos, equipos de contingencia no descansan con los trabajos de evacuación. Trasladando a ciudadanos a los albergues disponibles.
Los municipios del Valle de Sula, como El Progreso, Puerto Cortés, La Lima, Potrerillos, Pimienta y Choloma son zonas algunos de los afectados por los ríos.
Huracán amenaza a Honduras
De acuerdo con el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), en horas de la tarde del lunes 13 de noviembre, Honduras podría ser víctima de un huracán.
El pronosticador de Ceanos, Walter Aguilar, dijo mediante un medio local que “es un sistema que se podría convertir en tormenta tropical y luego huracán”. Al mismo tiempo, señaló que le estarán dando seguimiento para conocer su magnitud.
“Le estamos dando seguimiento, pero no podemos saber de qué magnitud será porque ni siquiera ha desarrollado vientos”, expresó.
Mientras los habitantes de diferentes zonas del noroccidente hondureño enfrentan un verdadero calvario tras la zozobra que han dejado las fuertes lluvias, las autoridades advierten que la situación podría agravarse con la formación de este fenómeno al norte de Cabo de Gracias a Dios.