Una tragedia aérea estuvo a punto de ocurrir a bordo del USS Eisenhower el pasado 18 de Marzo, 2016. Un avión de reconocimiento E-2C Hawkeye realizaba una maniobra de aterrizaje sobre el portaaviones pero uno de los cables de soporte se rompió al momento del aterrizaje.
Estos cables de soporte de aterrizaje están diseñados para frenar las aeronaves al momento de aterrizar en las cortas pistas de un portaaviones. De lo contrario, es imposible para las aeronaves aterrizar sobre un portaaviones en medio del océano, ya que necesitan de estrechos largos para reducir las altas velocidades a las cuales aterrizan.
El E-2 Hawkeye utiliza turbo-hélices, con lo cual tiene una mayor velocidad de crucero y un mayor techo de vuelo. Cuenta con una aviónica mejorada, detección y seguimiento automático de objetivos y control automático de cazas en misión de defensa.
La fuerza naval de Estados Unidos atribuye el incidente a un error humano durante el mantenimiento. El cable de soporte de aterrizaje en el Portaviones USS Eisenhower se rompió debido a un desperfecto mecánico mientras el E-2C Hawkeye aterrizaba. Esto causó que el avión se saliera de la pista del portaaviones, pero gracias a la rápida acción del piloto de la aeronave, se logro estabilizar su altura y volar a la estación naval de Norfolk y aterrizar sin problema. En el hecho se reportaron 8 marineros heridos.
