Redacción. La Sociedad Internacional de Billetes de Banco (IBNS) otorgó el prestigioso título de ‘El billete más bonito del mundo’ al billete de 2 dólares del Caribe Oriental, destacando su diseño conmemorativo único. Pero no fue el único billete que destacó en la lista de los más bonitos del mundo, también lo hizo el de 500 lempiras de Honduras.
El premio resalta que los billetes son obras de arte y expresiones culturales, trascendiendo su función monetaria para convertirse en emblemas nacionales que reflejan la identidad de un pueblo.
La IBNS llevó a cabo -en el transcurso de 2024- un análisis de aproximadamente 100 billetes recién emitidos en diversas regiones del mundo. La selección se realizó únicamente de 15 de ellos por su notable innovación para ser nominados.
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Billete de 500 lempiras
El billete de 500 lempiras fue elogiado por sus innovaciones en diseño y seguridad. Este muestra una imagen del emblemático pueblo de San Juancito, que resalta bajo luz ultravioleta debido a la tinta fluorescente utilizada en su impresión. Además, presenta la iglesia de La Merced con un diseño que emplea tinta ópticamente variable, lo que mejora tanto su seguridad como su atractivo visual.
Dispone de fibras de seguridad distribuidas de manera aleatoria que brillan en distintos colores cuando se expone a luz ultravioleta. Estas medidas de seguridad, como la marca de agua y un hilo de seguridad dinámico, colocan al billete entre los más seguros del mundo.
Medidas de seguridad del billete
Crane Currency Malta LTD, una empresa globalmente reconocida por su excelencia y precisión en la producción de papel moneda, fue la encargada de llevar a cabo la impresión. El billete de 500 lempiras tiene una historia destacada que se emitió por primera vez el 17 de abril de 1998, manteniéndose como la denominación más alta en Honduras.
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El billete rinde tributo a Ramón Rosa, subrayando el compromiso de Honduras por reflejar su historia y cultura en su moneda. La atención al detalle no sólo resalta el valor cultural e histórico del dinero, sino que también refuerza el papel de la moneda como un medio para celebrar y preservar el patrimonio nacional.