Era un partido de fútbol de la categoría alevín que enfrentó al Real Madrid y al Barcelona FC. Hubo una jugada que generó indignación, abrió la polémica y obligó a un pedido de perdón: un infantil azulgrana hizo un gol con sus rivales en plena celebración.
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Real Madrid marcó un tanto que lo ponía por delante en el marcador. Y mientras todo el equipo (incluido el portero) festejaba la anotación; los jugadores culés sacaron rápido desde el centro del campo y lograron un gol con la portería vacía.
El gol de picardía no fue convalidado por el árbitro porque los jugadores madridistas no habían regresado a su campo. Y, el reglamento establece que tiene que haber al menos siete futbolistas en terreno propio para reanudar el juego.
Los entrenadores reprendieron la acción y le explicaron al autor del controvertido gol que esas acciones eran inadmisibles. De todas formas, según medios españoles, en el Barça consideran que fue un gesto inocente: solamente llevado a cabo por las ansias de remontar un gol ante un rival tan importante.
El entrenador del Barcelona, David Sánchez, se disculpó con Dani Guindos, técnico del Real Madrid. Quien tras el partido aclaró que la polémica había quedado atrás y le dedicó unas palabras a su colega: «Antes de camisetas, las personas. Hoy nos toca, otra vez serán ellos, pero mi respeto máximo a un gran entrenador y mejor persona. «El partido, que era por la final del Torneo de Peralada, finalizó 1-1, pero fueron los blancos los que se llevaron la copa en los penales.
