HONDURAS. El caudal del río Ulúa, que se mantenía en su límite estos últimos días, finalmente está bajando, sin embargo, varias zonas aledañas siguen en alerta, según lo han dado a conocer el Cuerpo de Bomberos y la Policía Militar.
El monitoreo en el río Ulúa se ha intensificado desde el lunes, de acuerdo con los bomberos «se ha dado una crecida sorpresiva» y las lluvias no cesan.
Pero este martes, el hidrólogo, Luis Dacosta, informó que en algunas zonas el caudal del torrente ha disminuido hasta 2 metros, sin embargo, eso no significa que el peligro haya pasado, pues sigue lloviendo, lo que pone en zozobra a los pobladores que viven en zonas de alto riesgo.
La Policía Militar del Orden Público (PMOP) está realizando los trabajos de evacuación y traslados de los ciudadanos a los albergues disponibles, donde permanecerán hasta que la lluvia finalice por completo y los ríos ya no representen peligro.
Municipios del Valle de Sula, como El Progreso, Puerto Cortés, La Lima, Potrerillos, Pimienta y Choloma son zonas que más han sufrido las consecuencias de las persistentes lluvias, y aún se encuentran bajo alerta.
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Estragos por lluvia
En el sector de El Cerrito, en la aldea de Baracoa, Cortés, se están viendo afectadas las viviendas por las graves inundaciones provocadas por la cantidad de agua que sale de El Merendón, el río Ulúa y el río Chamelecón. Las viviendas están deshabitadas, luego de que las autoridades albergaran a las personas en los centros educativos. Además, otros ciudadanos están refugiados en casas de amigos, familiares y miembros de iglesia.
Otras zonas que han resultado afectadas es la aldea Paleto, Puerto Cortés y Cuyamelito, Omoa, Cortés. El problema en esos lugares es el desbordamiento de ríos y la amenaza del río Ulúa.
Mientras tanto, en la zona más baja, en Santiago, del municipio de Pimienta, se han visto gravemente afectadas varias fincas por las inundaciones. Trabajadores aseguran que la filtración del río Ulúa arrastró unas 30 manzanas de tierra, lo que representa una pérdida millonaria.
En La Lima y Puerto Cortés, también están en peligro por las inundaciones y las fuertes lluvias que azotan en el país. Familias de la aldea Las Metálicas, en los bajos de La Lima, salen de sus viviendas para ser albergados.
En la aldea El Higuero, Choloma, de igual forma, están preocupados por la crecida del río Chamelecón y la amenaza del río Ulúa. En este sector también denuncian que las calles están en mal estado y varias zonas se están quedando incomunicadas.
Para evitar más muertes, los cuerpos de socorro siguen trabajando día y noche para desplazar a los hondureños de las zonas de riesgo.