Redacción. Juan Orlando Hernández se convirtió en el primer exmandatario en ser extraditado a Estados Unidos, acusado de cargos relacionados al tráfico de drogas. El suyo, fue un ascenso sin precedentes de corrupción y alianzas con narcotraficantes nacionales y extranjeros, según la fiscalía de EEUU.
La fiscalía del Distrito Sur de Nueva York recopiló todo el presunto historial criminal que involucra a Juan Orlando Hernández. Este será usado en su contra durante el juicio que se realizará de forma simultánea con el de Juan Carlos «El Tigre» Bonilla.
En el extenso documento de 96 páginas, la parte acusadora explica cómo los sobornos, protección a criminales y campañas políticas impulsadas por narcotraficantes se volvieron la clave para que JOH se convirtiera en presidente de Honduras en dos ocasiones.
«Juan Orlando y («El Tigre») Bonilla ocuparon poderosos cargos oficiales en Honduras durante la acusación de conspiración. Juan Orlando se desempeñó como presidente de Honduras de 2014 a 2022, y antes de eso como Presidente del Congreso Nacional de Honduras (“HNC”) de 2010 a 2014″, detalla el escrito.
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De igual manera, el documentos de la fiscalía explica que Hernández y Bonilla trabajaron en conjunto con los miembros del narcotráfico en Honduras.
«Tanto Juan Orlando como Bonilla ejercieron una influencia increíble y se asociaron con algunos de los narcotraficantes más notorios de Honduras, permitiéndoles prosperar bajo su control. Estos narcotraficantes, aunque dirigían sus propias operaciones, a menudo trabajaban juntos», especifica el documento.
Partido Nacional
El escrito sostiene que JOH, desde su posición en el Partido Nacional, facilitó las actividades del narcotráfico a cambio de «sobornos masivos». Estos fondos los destinaba a apoyar sus campañas electorales y su enriquecimiento personal, detalla el texto de los fiscales.
De igual manera, la fiscalía de Nueva York argumentó que el expresidente fingió apoyar a Estados Unidos en su lucha contra este delito.
«Entre bastidores, Juan Orlando continuó recibiendo cantidades masivas de ganancias del narcotráfico de una red de narcotraficantes prolíficos para financiar sus campañas políticas y, a cambio, cumplió su promesa para protegerlos de la extradición a los Estados Unidos», indica.
Anarquía en Honduras
La parte acusadora sostiene que la actividad delictiva de Hernández se convirtió en un elementos clave para el establecimiento de lo que describieron como una «anarquía» en el país.
«El narcotráfico desenfrenado que se dio con el apoyo de Juan Orlando, y con la ayuda de funcionarios de alto rango como Bonilla, generó anarquía en Honduras«, puntualiza el texto de los estadounidenses.
Además, la fiscalía asegura que las acciones del expresidente contribuyeron directamente al crimen violento, corrupción y pobreza «desenfrenados» que han tenido lugar por varios años en Honduras.
Carrera política
El documento establece que la carrera política de Hernández inició en el año 1998 cuando obtuvo el cargo de diputado por el departamento de Lempira. Así mismo, el escrito manifiesta que el expresidente recibió sobornos de Víctor Hugo Días Morales, quien era un narcotraficante que ahora colabora con Estados Unidos.
De igual manera, la fiscalía aseveró que, conforme pasaba el tiempo, JOH se volvía más poderoso gracias a la ayuda de estas estructuras criminales. «La sociedad de Juan Orlando con una red de los narcotraficantes más prolíficos de Honduras escaló a medida que se hizo más poderoso», detalla.
En el año 2009, Hernández inició una campaña para convertirse en el presidente del Congreso Nacional de Honduras. En ese momento, su aliado político y miembro del Partido Nacional, Porfirio «Pepe» Lobo, comenzó su camino para llegar al Poder Ejecutivo.
«Juan Orlando y Pepe Lobo trabajaron juntos para obtener $2 millones en ganancias del narcotráfico para su respectivas campañas de Amilcar Alexander Ardón Soriano (“Chande Ardón”), alcalde de El Paraíso», resalta el informe.
A cambio del dinero obtenido de Ardón, Hernández y Lobo le habrían ofrecido protegerlo de cualquier arresto o intento de extradición a los Estados Unidos. Además, Hernández colocaría a un familiar del narcotraficante en un puesto del gobierno. A esta persona la fiscalía la identifica únicamente como «CW-1».
Contratos
El documento que contiene las evidencias en contra de JOH manifestó que el expresidente hondureño nombró a «CW-1» director del Fondo Vial.
«Bajo la dirección de Juan Orlando, CW-1 repartió contratos a empresas fachada (con las) que importantes traficantes de cocaína solían lavar las ganancias del narcotráfico», establece el escrito.
Además, la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York explicó que Ardón, CW-1 y Antonio «Tony» Hernández, hermano de JOH, distribuían tres cargamentos de droga mensualmente. Acción que realizaban «utilizando helicópteros, aviones, barcos y camiones para transportar la droga», asegura la acusación.
Protección
Otro de los narcotraficantes que se vio beneficiado por la protección de Hernández fue Geovanny Fuentes Ramírez, con quien se asoció en el 2011, según los fiscales. Fuente Ramírez habría ayudado a producir y transportar cargamentos de cocaína para «Los Cachiros», una de las organizaciones criminales más violentas y prolíficas en Honduras.
En la traducción del documento se establece que en el 2013, JOH solicitó y aceptó en privado millones de dólares provenientes de actividades ilícitas de estos grupos delictivos. De igual manera, la fiscalía estadounidense dio a conocer que Hernández malversó fondos estatales para sus campañas políticas.
El documento indica que Alex Ardón gastó aproximadamente 1.5 millones de dólares para sobornar a políticos en Copán. A cambio, él les habría pedido que brindaran su apoyo a Hernández.
Cártel de Sinaloa
Además de aliarse con los narcotraficantes locales, las pruebas detallan que JOH trabajó con capos internacionales. La fiscalía señaló que Juan Orlando Hernández recibió sobornos de narcotraficantes extranjeros, en su mayoría de miembros del Cártel de Sinaloa.
«El Cártel de Sinaloa con base en México, por ejemplo, utilizó a Honduras como un importante punto de transbordo entre los laboratorios de cocaína de Colombia y el Cartel controlaba territorios dentro de México. El papel de Juan Orlando (era) en la protección», manifiesta el documento.
JOH y Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, habrían establecido conexión desde años anteriores. «El acceso de Sinaloa a ese punto de transbordo era vital. Por lo que (JOH) recibió sobornos del infame líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”», asegura el texto.
En este sentido, se da a conocer que «El Chapo» Guzmán ofreció a «Tony» Hernández dinero para financiar la campaña política de JOH.
«El Chapo le ofreció a Tony Hernández $1 millón para financiar la campaña de Juan Orlando a cambio de protección. Tony Hernández dijo que lo consideraría. Días después de la reunión, Tony Hernández le dijo a Alex Ardón que había hablado con Juan Orlando, que Juan Orlando accedió a aceptar el millón de dólares de El Chapo», detalla.
De igual manera, el documento indica que JOH aceptó el millón de dólares de «El Chapo» porque «necesitaba urgentemente» el dinero para su contienda electoral.
Campaña
Un miembro del cuerpo de seguridad del exdesignado presidencial, Ricardo Álvarez (RIAL), recibió 300 mil dólares del Cartel de Sinaloa para financiar la campaña presidencial de JOH. Lo anterior, según refiere el documento presentado por la Fiscalía de Nueva York en su acusación contra el exmandatario hondureño.
Esto habría ocurrido previo a que JOH fuera electo presidente de la República por primera vez, y cuando Álvarez era su compañero de fórmula política, según reza el documento traducido al español en sus páginas 17 y 18.
«El día anterior a la elección presidencial, un asociado y miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa entregó $300,000 a un individuo a quien el miembro del Cártel le había comprado una casa, y que brindaba seguridad a Ricardo Álvarez, eventual compañero de fórmula de Juan Orlando y vicepresidente, y quien luego dijo que el dinero iba a ser utilizado como último empujón para la campaña de Juan Orlando y Álvarez», reza la traducción textual del documento.
Fraude electoral
En el 2013, Hernández confió en CW-1 para cometer fraude electoral, según los fiscales. El expresidente de Honduras se reunía con CW-1 para discutir sus estrategias, incluyendo el pago de sobornos, para ciertos departamentos de Honduras donde Juan Orlando no lideraba en las encuestas, según establece el texto redactado por los fiscales estadounidenses.
Según la fiscalía, CW-1 viajó a Copán, especificadamente a los pueblos que no apoyaban al candidato del Partido Nacional. Esto, para conseguir más votos mediante sobornos.
«Los hermanos de CW1 y Juan Orlando usaron dinero de la droga para sobornar funcionarios que controlaban esos centros de votación para manipular el conteo de votos a favor de Juan Orlando», complementa.
Además, en el documento dio a conocer sobre la colaboración de un ingeniero en informática para alterar el resultado de la contiendas electorales.
«CW-1 también se reunió con un ingeniero que se encargó de cerrar los servidores para la elección tribunal, conocido como Tribunal Supremo Electoral (“TSE”), que era el encargado de certificar los resultados electorales para que el conteo de votos pudiera ser manipulado a favor de Juan Orlando», resalta la fiscalía.
Abuso de poder
La fiscalía del distrito Sur de Nueva York asegura que tras salir electo de manera fraudulenta, Hernández siguió abusando del poder conseguido.
«Juan Orlando asumió la presidencia de Honduras en enero de 2014. En su calidad de jefe de Estado, Juan Orlando siguió abusando de su poder. Aceptó sobornos alimentados con drogas y poder consolidado a cambio de permitir que narcotraficantes operen impunemente en Honduras», señala.
El escrito asegura que, en público, Hernández mostraba una lucha contra la estructuras del narcotráfico mientras, de forma solapada, las protegía de la extradición hacia los Estados Unidos.
«Juan Orlando prometió proteger a Fuentes Ramírez de arresto y extradición, señalando que el presidente de la HNC Mauricio Oliva y Fiscal General de Honduras, Oscar Chinchilla, protegería a Juan Orlando y Fuentes Ramírez y los harían ‘intocables’”, reza el texto.
Colaboración de Fuente Rodríguez
Hernández participó en un envío activo y masivo de cocaína a los Estados Unidos, según lo que alega la fiscalía estadounidense. «Juan Orlando también discutió con Fuentes Ramírez su plan para enviar cantidades masivas de cocaína a los Estados Unidos—afirmando que ellos ‘llenarían las drogas justo en las narices de los gringos'», asegura.
Del mismo modo, el documento señala que Fuente Rodríguez coordinó junto a Tony Hernández los cargamentos de droga.
Elecciones 2017
La fiscalía detalló que Juan Orlando Hernández ganó sus segundas elecciones generales en el 2017 valiéndose de dinero proveniente del narcotráfico.
«Juan Orlando y sus aliados luego arreglaron las elecciones presidenciales de 2017 usando (dinero proveniente de) drogas (para) corromper el proceso electoral. En 2017, durante la campaña de reelección de Juan Orlando. Los cómplices del narcotráfico de Juan Orlando volvieron a proporcionar millones de dólares del narcotráfico a la campaña de Juan Orlando para asegurar que Juan Orlando se mantuviera en el poder y su masiva operación de cocaína permanecería protegida», manifiesta.
Hernández utilizó el dinero del narcotráfico para sobornar a los funcionarios electorales que debían garantizar la transparencia del proceso. «Al igual que en 2013, Juan Orlando usó ese dinero de la droga para sobornar a los funcionarios electorales y manipular el conteo de votos para ganar las elecciones de manera fraudulenta», reza el texto de los fiscales.
En ese sentido, en las elecciones del 2017 se habría recurrido al cierre del sistema informático de la agencia responsable del conteo de votos. Estas acciones estaban destinadas a garantizarle un triunfo a JOH, según las acusaciones desde EEUU.
Ganancias por droga
La fiscalía estableció que Hernández necesitaba las ganancias del tráfico de drogas para poder financiar sus campañas rumbo a los cargos de poder que logró ostentar.
«Juan Orlando dependía de las ganancias de las drogas para financiar sus campañas políticas. Primero para presidente del Congreso Nacional y luego para Presidente de Honduras», asegura el texto.
Por otro lado, los sobornos habrían sido la medida que utilizaba JOH para poder garantizar el paso seguro de sus cargamento. También se valía de estos para proteger a los participantes de sus actividades delictivas, denuncia el documento.
Evidencia directa
La fiscalía estadounidense sostiene que los múltiples sobornos que recibió Hernández constituyen una evidencia directa de su conspiración para el tráfico de drogas desde Honduras hacia EEUU.
«Los millones de dólares en sobornos que recibió Juan Orlando de varios los narcotraficantes y otros políticos son evidencia directa de la conspiración imputada», manifiestan los fiscales estadounidenses.
En definitiva, el documento concluye en que el dinero del narcotráfico se convirtió en la pieza clave para que JOH conquistara el poder en Honduras en dos ocasiones. «Aquellos (los narcotraficantes) usaron sobornos para asegurar que Juan Orlando fuera elegido presidente de la HNC. Posteriormente, Presidente de Honduras, para que pudiera proteger a sus cómplices del enjuiciamiento», puntualiza el texto de la fiscalía de EEUU.
