Tegucigalpa. El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, informó que la noche del miércoles arribaron los técnicos de la empresa proveedora de los vehículos Black Mamba a Honduras luego de que una de una de las unidades quedara reducida a cenizas en la CA-5, Francisco Morazán.
El vehículo táctico y blindado —asignado a la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE)— se incendió el miércoles al mediodía durante el traslado de un extraditable al centro penal de Támara, en el valle del mismo nombre.
Tras el incidente, que dejó el automotor completamente destruido, las autoridades se contactaron con la empresa proveedora porque son vehículos nuevos, incluso, ingresaron hace tan solo un par de semanas al país, por lo que deben responder en garantía.
A través de cuenta de X (antes Twitter), el funcionario afirmó que el grupo de expertos arribó en el Aeropuerto Internacional de Toncontín, Tegucigalpa, en un vuelo privado procedente de Monterrey, México.
Luego se trasladaron hasta la DNFE en la colonia 21 de Octubre, de Tegucigalpa. Allí procedieron a revisar el vehículo completamente quemado para iniciar con las investigaciones correspondientes.
«Agradecemos la disposición inmediata de la misma para ayudar a solventar la problemática«, resaltó Sánchez en su publicación.
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La empresa tendrá que responder
La propia Secretaría de Seguridad informó —en un comunicado— la visita de los expertos a Tegucigalpa. También indicó que la empresa va a reponer la unidad sin ningún costo.
«La empresa proveedora se ha comprometido a entregar a la Secretaría de Seguridad otra unidad completamente nueva. Esto, sin costo alguno en reposición del vehículo quemado», indica el documento. El valor comercial de cada automóvil es de más de 12 millones de lempiras.
Los elementos policiales que iban a bordo de la unidad al momento del incendios están fuera de peligro y sin ninguna afectación.