Colón, Honduras. El autoproclamado «apóstol», Santiago Zúniga, de nueva cuenta se ha vuelto viral tras visualizarse un video suyo donde el «religioso» aparece ofreciendo un «culto» en Tocoa, Colón.
Presuntamente, a Zúniga lo patrocinó un empresario tocoeño para que ofreciera una serie de charlas de «evangelización».
Además, se detalló que, supuestamente, el apóstol se movilizó en un helicóptero para hacer un tour en todo el municipio y «ofrecer» la palabra de Dios.
En el video se ve al religioso predicando en medio de un grupo de personas.
Arrodillado
El apóstol «Chago», sale en el video arrodillado y gritando varios versículos de la Biblia, mientras tanto las personas lo graban con sus teléfonos.
«Señor te damos gracias por las palabras que pusiste en mi boca, porque si hoy muere un desgraciado de los que tengo al lado o una desgraciada nalgas calientes de la sangre quedo libre», manifestó.
Tras terminar el «culto» el apóstol Santiago Zúniga se levantó del sueleo y la gente comienza a aplaudirle.
En el video también se observan un grupo de hombres vestidos con camisetas anaranjadas, los cuales se tomaron varias fotos con «Chago».
Asimismo, se mira un helicóptero color rojo, pero se desconoce si sería el que usó el apóstol para transportarse.
Hasta el momento el hondureño no se ha pronunciado sobre si su presunta «gira espiritual» en helicóptero es verdadera o si solo se trató de una presentación.
Vea el vídeo:
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“Van a agarrar fuego”
A principios de este año, el apóstol «Chago», se presentó en Casa Presidencial, en Tegucigalpa.
«Chago», quien en enero del 2022 incluso presenció en la toma de posesión de la Xiomara Castro, «oficializó» una misa en la propia sede del Poder Ejecutivo, aunque con una petición un tanto peculiar para los que ahí trabajan.
¿Qué dijo?
«Padre, aquí estamos ante tu presencia, Señor. Gracias porque me tienes en Casa Presidencial y levanto este clamor ante esta multitud», expresó.
«La manada que me rodea son ‘bajatrapos’, golosos. No pueden ver a una mujer desnuda porque escupen ralito, como si se estuvieran comiendo un mango tiernito estos desgraciados. Padre, ten misericordia», dijo, mientras los presentes, con «Mel» a la cabeza, reían sus ocurrencias.
