Tegucigalpa, Honduras.- El ministro de Educación, Daniel Sponda, denunció que más de 100 maestro no están presentándose a impartir clases porque han sido amenazados por estructuras criminales.
Sponda aseguró que se trata de docentes y directores de centros educativos en distintas zonas de Honduras, los cuales, tuvieron conflictos personales con los presuntos criminales por la matrícula.
Este tema es lamentable, el sector educación no está exento de la conflictividad social y al criminalidad del país», comenzó diciendo.
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Agregó que «En algunos centros educativos que por problemas personales, por la matrícula, tenemos algunos profesores, directores que tratan de poner disciplina y los amenazaron».
El titular de Educación expresó que se debe proteger la integridad física de los docentes. «Son varios un poco más de un centenar de un profesores que está en esa condición, algunos regresan y otros no», concluyó.
Maestros víctimas del crimen organizado
Una investigación realizado por a Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), relevó que los docentes también están siendo víctimas del crimen organizado en Honduras.
La investigación de ACNUR, publicada en el 2022, indica que las pandillas utilizan las escuelas en Honduras “como casas de seguridad” donde esconden drogas o armas. Mientras que maestros han tenido que desplazarse de manera forzada debido a extorsiones y amenazas.
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El ente reveló los datos la oficina de la Defensoría del Pueblo de Honduras (que analiza la situación entre 2016 y 2021), “ a unos 269 docentes los empujaron al desplazamiento” por el control territorial que ejercen las pandillas. No obstante, la cifra podría ser mayor, puesto que muchos no denuncian los hechos.
«Algunos profesores se ven obligados a pagar sobornos para ir a trabajar. Desembolsando dinero cada vez que cruzan las fronteras invisibles que separan el territorio de una pandilla de la de otra. Otros son víctimas de extorsión, intimidación y amenazas por parte de los miembros de las pandillas. A veces incluyen a sus propios estudiantes o a los padres de éstos”, concluye el artículo de ACNUR.