Redacción. La pastilla anticonceptiva de emergencia (PAE), conocida comúnmente como la “pastilla del día después”, ya está disponible en hospitales y centros de salud. Sin embargo, muchos desconocen los peligros que implica su uso frecuente.
Este anticonceptivo de emergencia está diseñado para prevenir el embarazo tras relaciones sexuales sin protección. Aunque se comercializaba de manera ilegal en diversas farmacias del país, esta semana se oficializó su disponibilidad en clínicas y hospitales públicos.
A pesar de su disponibilidad, el uso de esta pastilla puede traer consecuencias negativas para las mujeres, incluso comprometiendo su fertilidad a largo plazo.
Una solución temporal con consecuencias graves
En entrevista con Diario Tiempo, el ginecólogo José Jaar advirtió que la pastilla debe ser la última opción para prevenir un embarazo no deseado. «Es una sobredosis de anticonceptivos», comentó el médico, refiriéndose al principio activo de la pastilla: el levonorgestrel.
El doctor explicó que el levonorgestrel actúa dañando el endometrio, lo que puede afectar el funcionamiento normal del aparato reproductivo. Si se utiliza de manera frecuente, advirtió Jaar, la pastilla podría provocar infertilidad en las mujeres.
Según estudios, este medicamento no tiene la misma efectividad en todas las mujeres, por lo que en algunos casos puede no funcionar. A pesar de esto, Jaar recomendó evitar su uso, subrayando que «es un daño que se hace al cuerpo».
El ginecólogo insistió en que, si bien existen otros tipos de anticonceptivos, la “pastilla del día después” no debería ser uno de ellos. «Si la usan como método anticonceptivo, están equivocadas. Existen muchas alternativas más seguras», afirmó.
La educación sexual comienza en casa
En cuanto a la enseñanza de temas relacionados con la sexualidad en las escuelas, Jaar enfatizó que esta responsabilidad recae principalmente sobre los padres. Según el especialista, es crucial que los padres inicien la educación sexual en el hogar para evitar errores perjudiciales para la salud de sus hijos.
«El mejor consejero de una niña o niño es el papá o la mamá. Ellos deben comenzar la educación en casa», indicó. Además, señaló que, a menudo, los temas sexuales tratados en las escuelas se abordan de manera errónea, lo que contribuye a malinterpretaciones entre los estudiantes.