Redacción. La presentadora de televisión, Alejandra Rubio, causó asombro en varios televidentes luego de que revelara haber sufrido depresión, hasta el punto de intentar quitarse la vida en tres ocasiones.
La confesión surgió durante el noticiero vespertino de HCH, cuando se felicitó por su cumpleaños al coordinador de HCH Radio, Max Cerna. Alejandra le envió unas palabras de cariño y le agradeció por las palabras de aliento que le brindó cuando se sentía con tristeza y depresión.
«Era él quien me daba esas palabras que yo necesitaba escuchar para salir de esa situación (…)», expresó Alejandra.
Durante el espacio, Rubio, junto a su compañero Alex Cáceres y Patricia Castañeda, aprovecharon para abordar el tema de la depresión y la importancia de tener una mano amiga en ese tipo de momentos.
Fue ahí cuando Alejandra reveló que desde muy joven ha padecido de depresión y ansiedad, emociones que consideró como inexplicables. Señaló que la situación ha sido difícil, incluso que entre sus 13 y 15 años intentó acabar con su humanidad; sin embargo, aseguró que hoy en día sus pensamientos son diferentes y se siente agradecida con la vida.
«Estoy agradecida con Dios porque me permite ver que son más las cosas buenas. En ese momento me sentía mal y no lo traté de hacer una vez, sino tres veces. Nunca voy a olvidar el día en que mi madre se arrodilló enfrente de mí, casi a punto de morir, por una mala decisión que yo tomé y me pidió no volver a intentarlo», reveló la reconocida presentadora.
Una etapa cruel
Alejandra también reveló que durante sufrió depresión vivió una etapa cruel para ella y su familia. Lamentó que eran ellos quienes corrían hacia los hospitales para salvarle la vida.
Relató que cuando era una niña vivía llena de inseguridades y le afectaban los malos comentarios. Además, dijo que en la escuela era agredida por sus compañeros y manifestó que nunca tuvo el valor de decirle a sus padres el tipo de abusos que sufría.
«Creo que el diablo logra tanto entrar en el corazón de los jóvenes, que los confunde. Solo me queda como experiencia, como una historia que gracias a Dios hoy puedo contar. Tengo algunas marcas todavía que gracias a Dios son cicatrices que se quitan, pero que me han hecho reflexionar mucho», dijo.
«Hoy en día soy una mujer que tengo unos padres maravillosos y tengo un trabajo que disfruto. Me gustaría además tener una familia y creo que por un error o mal pensamiento del pasado no podemos dejar que todo lo lindo que tiene Dios escrito para nosotros sea borrado», comentó.
