Redacción. Unas 24 personas han muerto este domingo al precipitarse por un barranco una furgoneta mixta en la que viajaban en una carretera en la provincia de Azilal, en el centro de Marruecos, según han informado las autoridades locales. Según las mismas fuentes, el vehículo se dirigía al zoco semanal de la localidad de Demnat cuando el conductor perdió el control por una curva en la carretera regional número 302 a nivel del pueblo de Akhachane, del municipio de Boulakhlaf, y cayó al barranco.
Las autoridades locales y los efectivos de la Gendarmería Real y la Protección Civil se desplazaron al lugar del suceso para tomar las medidas necesarias, han indicado las fuentes que, han añadido que se ha abierto una investigación, bajo la supervisión del fiscal, para determinar las causas del accidente. Varios medios locales han publicado fotos del vehículo, que ha quedado totalmente destrozado al fondo del barranco.
Las carreteras de Marruecos, y en general de los países del Magreb, tienen fama de peligrosas y los accidentes son frecuentes. En marzo, cinco personas murieron y otras 27 resultaron heridas, 12 de ellas de gravedad, en un accidente de tráfico cerca de la capital, Rabat.
Una lacra a reducir para 2026
Los autocares y minibuses son un medio de transporte muy popular entre los marroquíes, sobre todo entre aquellos con medios modestos que no pueden permitirse un coche, para desplazarse por las zonas rurales y aisladas de este país de 37 millones de habitantes. En 2022, más de 3.200 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en Marruecos, una cifra un 7% inferior a la del año anterior, según las últimas estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (NARSA).
El pasado noviembre, otro accidente dejó 11 muertos y 43 heridos cerca de la ciudad de Taza, en el noreste de Marruecos. En agosto de 2022, un accidente de autocar al este de Casablanca causó 23 muertos y 36 heridos.
Las autoridades marroquíes han puesto en marcha una serie de medidas para intentar combatir la lacra de la inseguridad vial y reducir a la mitad la tasa de mortalidad de aquí a 2026, tras el peor accidente de autobús de la historia del país en 2012 (42 muertos).
