TEGUCIGALPA, HONDURAS. El abogado Fredy Mendoza, asesinado el pasado martes en horas de la noche en la capital del país, era actualmente el abogado defensor de Mario Antonio Rojas, tío de Mario Zelaya, exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La noticia se dio a conocer ayer jueves antes de que se llevara a cabo la audiencia preliminar del imputado que quedó nuevamente reprogramada.
En este sentido, hay un plazo de tres días hábiles para que se pase dicha función a otro abogado y pueda defenderse por la acusación que pesa en su contra.
Las pruebas que acusan al pariente de Mario Zelaya, son los 42 cheques emitidos a favor de Rojas Rodríguez de parte de las cuatro empresas fantasmas ligadas al desfalco DIPROME INPROME, COPROMED y SUMIMED.
El Ministerio Público sostiene que Rojas Rodríguez habría cobrado un total 2,680,667 lempiras de los fondos provenientes del Seguro Social.
Rojas Rodríguez fue capturado a inicios de abril por efectivos de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y el 6 de abril se e dictó auto de forma procesamiento y prisión preventiva durante a audiencia inicial en la que el Ministerio Público mostró pruebas fehacientes y contundentes en su contra.
MUERTE DE ABOGADO
Un abogado identificado como Fredy Javier Mendoza, fue ejecutado de un balazo en la nuca dentro de su vehículo, en el puente El Prado, en Tegucigalpa, por tres individuos que lo traían raptado junto a otra persona, de acuerdo a algunas versiones de testigos.
El hecho sangriento ocurrió el pasado nueve de agosto a eso de las 6:15 de la tarde, a unos 70 metros sobre el carril del puente aéreo, que viene del lado del Hospital Escuela Universitario (HEU) hacia el bulevar Kuwait, de Comayagüela, donde los criminales decidieron dispararle al profesional del derecho.
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Después de cometer el hecho, los tres criminales salieron del vehículo caminando y llevaban de rehén a otra persona. El automóvil abandonado quedó encendido, es un Honda Civic rojo, placas P AC 2113.
A unos 30 metros, los individuos encañonaron a un motorista que circulaba por el carril que viene del centro de Tegucigalpa hacia el bulevar Kuwait. A punta de pistola lo bajaron, junto a su familia, de una Nissan Frontier, en la que los pistoleros se llevaron a la segunda persona raptada.
Según versiones de la Policía Municipal, la familia que fue despojada de su vehículo “de paila” tuvo que ser auxiliada, por el estado de nervios.
A la escena del crimen llegó un familiar de la ahora viuda, quien relató que el profesional del Derecho laboraba en un bufete de la capital y no saben por qué razones le quitaron la vida.
“Lo que le puedo decir es que en este país nadie está seguro”, dijo finalmente.m Se notaba que el vehículo estaba a medio lavar porque tenía señales de lodo y agua, y en su interior abandonaron al (tercer) abogado, en el asiento de atrás; le envolvieron la cabeza con su misma camiseta y le pegaron el tiro. También traía atadas sus manos.
