Redacción. El 65 % de los hogares indígenas misquitos de Honduras vive en situación de inseguridad alimentaria moderada y severa, mientras que el 71 % de las mujeres de esa etnia mayores de 20 años padece obesidad y sobrepeso, según un estudio publicado el miércoles en Tegucigalpa, capital del país centroamericano.
«Los hogares misquitos son los más vulnerables, con un 65 % de hogares clasificados en inseguridad alimentaria moderada y severa», destacó la investigación realizada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la ONG humanitaria Visión Mundial.
Este análisis se llevó a cabo entre octubre y diciembre de 2023, abarcando 779 hogares de las etnias garífunas (afrodescendientes). Asimismo, la lenca, maya chortís y misquitos en 7 de los 18 departamentos de Honduras.
El estudio también revela que el 36 % de los hogares lencas y maya chortís enfrenta inseguridad alimentaria moderada y severa. Esto en comparación con solo el 12 % en las comunidades garífunas.
Señala, además, que los hogares lenca y maya chortís liderados por mujeres son «significativamente más vulnerables» a la inseguridad alimentaria. Mientras tanto, las familias misquitas dirigidas por hombres muestran una «mayor vulnerabilidad».
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La doble carga de malnutrición
Lesther Mejía, especialista en inseguridad alimentaria de Visión Mundial, dijo a EFE que los misquitos son los «más afectados» por la inseguridad alimentaria, a diferencia de los garífunas, que tienen el menor índice de hambre (20 %).
Enfatizó que mejorar la educación alimentaria y nutricional es «clave» para prevenir problemas de sobrepeso y obesidad, asociados a enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes y la hipertensión.
Según el estudio, el 81 % de las mujeres garífunas mayores de 20 años sufren obesidad y sobrepeso, cifra que se reduce al 71 % en el caso de los misquitos, 66 % en las maya chortí y 63 % en las lencas.
El 19 % de la población de Honduras sufre desnutrición crónica, mientras que el 2 % padece desnutrición aguda. «La desnutrición crónica es un punto que marca la diferencia en la vida de un niño a futuro. Es decir, un niño que padece desnutrición crónica (…) probablemente no va a ser productivo, va a padecer enfermedades a muy temprana edad, y la desnutrición aguda puede llevar a la muerte a un niño», explicó.
En Honduras, algunas familias padecen una «doble carga de malnutrición», donde la madre sufre de sobrepeso u obesidad y el niño presenta desnutrición, subrayó el especialista. Afirmó además que la inseguridad alimentaria es el principal causante de la desnutrición.
Garantizar el acceso a los alimentos a los hogares que enfrentan inseguridad alimentaria severa o desnutrición aguda representa «un reto». Por lo tanto, Mejía ve necesario trabajar en la generación de ingresos y programas de educación alimentaria para disminuir el consumo de productos procesados.
Misquitos con menor consumo de alimentos
El estudio también revela que el 94 % de los hogares garífunas tiene un consumo de alimentos aceptable, frente al 76 % en los maya chortís. Mientras tanto, los lencas cuentan con un 66 % y los misquitos solo un 39 %.
Asimismo, el 65 % de los menores de 5 años sufren infecciones respiratorias aguadas y el 29 % tiene enfermedades diarreicas agudas. Esto debido a las condiciones sanitarias y fenómenos climáticos.
La representante de PMA en Honduras, Stephanie Hochstetter, indicó a EFE la importancia de promover políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios.
La inseguridad alimentaria en Honduras está «todavía delicada», subrayó Hochstetter. Al mismo tiempo, instó a todos los sectores a «seguir trabajando» para disminuir el número de personas con problemas de hambre. La investigación destaca que la participación de las mujeres en la toma de decisiones que pueden transformar su entorno es aún «limitada».