Por Rodolfo Pastor Faquelle.-¿Será opción, el etnocidio? Desde hace semanas las instituciones gubernamentales vienen condecorando al Embajador y a diversos funcionarios que van a ser relevados. ¡Enhorabuena y que se retire a descansar el Profesor Nealon! Será la Encargada de negocios Fulton, quien presidirá la ceremonia para el 4 de Julio en Viera, porque aquí Ud. -el nuevo Embajador- no ha presentado cartas credenciales ni ha sido anunciado en su propia página oficial.
Bienvenido. Desde fines del s. XIX nuestros países han estado estrechamente relacionados. De manera asimétrica, por fuerza. Desde hace medio siglo se viene declarando sin gran congruencia que EUA nos ayuda para que tomemos su modelo de democracia republicana y de libre empresa. La retórica sigue siendo hoy la misma, como reza el titulo de la Conferenciacentroamericana que se celebró recién la semana pasada en Miami Construyendo Prosperidad para garantizar la seguridad. Pero la relación cambia con el nuevo régimen. Hay temas que ya son irrelevantes.
Y el estilo varía. Todavía cuando Ronald Reagan empujaba su guerra secreta en el istmo, recibía en la Casa Blanca, con pompa y banquete incluso a designados o vicepresidentes de Honduras. (El caso de Jaime Rosenthal, cuyo mensaje fue que había que desarrollar el país en vez de militarizarlo.) Y aun a Mel, con quien la relación fue tensa siempre se le invitó a Washington oficialmente. Se le hospedó con comitiva como antes a Ramón Villeda en la residencia para Jefes de Estado visitantes. Y tuvo oportunidad de intercambiar ironías, un dialogo significativo y acuerdos personales con el mismo George Bush Jr. Hoy a su muñeco azul, siendo Jefe de Estado, lo recibe el Vicepresidente y solo firma acuerdos sobre seguridad y más armas con su amigo el General Kelly. Es otro nivel de relación, mas bajo. No importa.
Permítame ser realista del todo Sr. Embajador. Y sincero. Para ser útil. No es solo que no le interesemos los latinoamericanos y nuestros predicamentos a su nuevo gobierno, que los hondureños no le interesemos del todo, mucho menos nuestras luchas para abrir el sistema, remediar injusticias, corregir desigualdades, para construir una sociedad sana cohesiva y desarrollar instituciones responsables. También no tiene por que interesarle. Ni es su problema.
Tampoco tiene sentido exhortar a que nos ayuden a rescatar nuestras libertades y derechos disipados por actos de fuerza oficial que aquí se han perpetrado por su inducción, invocando la lucha contra el crimen y el terrorismo. De todas formas, pareciera que para su Administración, el actual régimen hondureño es casi perfecto, puesto que mantiene las apariencias y el control.
El derecho y la democracia son preocupaciones de otro tiempo. Hoy se usa esos conceptos cuando se quiere, en Miami, atacar al régimen cubano, que no es del todo ejemplar o en la OEA para atacar a Maduro y el Presidente en cambio se ha amistado con los autócratas en Asia y Medio Oriente.
No lo culpo. Sin invocar entelequias. No se puede ejercer el poder en base a emociones o ideales etéreos. La que puede prevalecer es la real politik sólida que se arma en función de temores, prestigio e intereses.
Hablemos la misma lengua. Los EUA tienen retos genuinos alrededor del mundo. Adversarios e incluso enemigos. Están hoy confrontados con la Rusia restaurada a su poder por Putin. En el Lejano Oriente, han de temer menos a China, que tiene demasiado que perder en una confrontación, que a Corea del Norte que, en efecto, vive una economía de guerra, dispone de una población fanatizada en su contra y tiene los medios materiales para hacer daño.
En el Medio Oriente, además de desarrollar armas nucleares Irán también tiene una numerosa población fanatizada por razones religiosas contra los EUA con simpatizantes en toda la región. Y esta a distancia de afectar los recursos petroleros mundiales. EUA ha estado peleando una guerra peligrosa en Siria. Tiene a Turquía más alineada con Rusia que con OTAN. Y varias broncas en África. Seamos razonables.
Honduras no es uno de esos retos ni hay tal en America Latina. Les parecerá valiosa la facilidad para cruzar el istmo aquí, con seguridad, y el refugio que nuestros litorales dan a sus barcos y nuestros altiplanos, a sus aviones. (No se los niegan Cuba ni Qatar). Pero nosotros no somos referentes o una fuente de recursos estratégicos, ni menos enemigos. Los Estados Unidos no pueden perder ni temer nada en Honduras. Nuestro país no dispone tampoco de recursos de fuerza con que pudiéramos dañar nada suyo. Ningún reto imaginable contra EUA se beneficiaría mucho, o se fortalecería con nuestro concurso. Aquí sus peores enemigos de Uds. son perfectamente inofensivos y tanto la clase política como la empresarial y los militares son émulos y siervos.
Pitiyanquis. No tienen ni siquiera sentido de amor propio. (Los opositores románticos tampoco nos confrontamos, apelamos a ese sentido de patria que Uds. aprecian tanto, y nos consolamos con cambiar de pose y dejar de hacer algunas indignidades, cuando signifique un costo leve.) Siendo tan pequeños y débiles como somos, los EUA nada ganarían con atropellarnos, perderían honra y prestigio. Se ridiculizarían ante la comunidad mundial.
Los prestigiaría en cambio y les convendría que este su aliado consiguiera articularse en estado nación funcional, una sociedad política sostenible, capaz de mantener una economía sana, que se alimente y brinde empleo pleno y digno con remuneración para satisfacer otras necesidades básicas. Juan Hernández asegura que casi lo ha conseguido. La diplomacia de algunos europeos y los estadounidenses aplaude esa propaganda.
Estamos cosechando más café que tiene mejor precio, el call center prospera y ha comenzado a llover. Pero y ¿si no? ¿Si resulta que es cuento? ¿ O si sigue degradándose la condición popular? ¿Si el asistencialismo no alcanza para una masa crítica de compensación y el régimen se sigue rehusando a reformar la trampa electoral, para abrir la válvula de escape de elecciones libres a fin de año?.
Embajador: El Problema es nuestro
La gente se puede alzar, la alternativa del autócrata será reprimir. Tiene poder de fuego y voluntad de usarlo para aplastar una insurrección. Tolvas y pozos para refundirnos. Pero la situación se colmaría. Desestabilizar a Honduras no es lo mismo que a Afganistán o Siria. O Venezuela y Cuba aisladas.
El problema es nuestro antes que suyo Embajador. Y es más un problema nuestro que del que ya casi perdió y va pa. fuera. Trabajemos juntos Mr. Resolvamos el problema. Claro que si. Tratemos de sobrevivir. Se puede.
