“¡Desde niño siempre soñé con anotar un gol para mi equipo, a estadio lleno; y más aún en un superclásico entre Olimpia y Motagua!”.
Esa emoción se hizo realidad para un temerario aficionado seguidor del Olimpia, que sin llevar camisa, se puso la número 12.
El sufrimiento de este aficionado al ver que su equipo caía derrotado frente al más terrible rival, lo hizo llenarse de agallas y saltó al terreno de juego.
El “Rasquiña” no tuvo tiempo de ponerse los tacos, tampoco espero el indicativo del cuarto árbitro para ingresar al juego.
Lo hizo de manera espontánea, solamente con su corazón y el deseo de ayudar a marcar gol para su equipo. “Que deje la vida por esos colores”, era el cántico que bajaba de la Ultra Fiel. Al tiempo que el “Rasquillas” llenó sus pulmones de aire y dio un tremendo pique al arco de Motagua.
Tras driblar varias marcas, ingresó al área; y luego de hacerle una finta a Juan Pablo Montes hizo lo impensado. El joven se perfiló, observó la portería, y remató al fondo del arco.
El “Rasquiña” vio su sueño hecho realidad. Marcó el mejor gol de su vida. Un gol que es casi imposible que se pueda repetir. El misterioso Rasquiña fue recibido como un héroe tras realizar tremenda hazaña.
Jugador 12
Hoy el jugador número doce del Olimpia, se enorgulleció al ser la portada de los diferentes rotativos deportivos que hay en el país.
Desde el carwash donde labora, espera que la vida, le dé una oportunidad más de anotar en un superclásico.
