Opinión de Julissa Lizardo: Un ángel vestido de Policía

Momento en que policía salvaba a los niños en el Nacional

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Momento en que policía salvaba a los niños en el Nacional
Julissa Lizardo, periodista hondureña
Julissa Lizardo, periodista hondureña

TEGUCIGALPA. La final de fútbol de la Liga Nacional sin duda alguna quedará marcada en la vida de los hondureños y no precisamente porque el Motagua se coronó como el campeón nacional, si no porque el encuentro deportivo se manchó con sangre, luego de que se desatara una avalancha de aficionados que intentaban ingresar al Estadio Nacional Tiburcio Carias Andino, dejando como resultado cuatro muertos y más de diez heridos.

En medio de tremendo caos, estaba un ángel vestido con su uniforme de Policía, “encaramado” a un portón y sosteniendo entre sus brazos a un menor que lloraba al ver la terrible escena. No hay duda de que los ángeles guardianes sí existen porque el Inspector de la Policía Nacional de Honduras, Herbert Antonio Lagos Ordoñez, se convirtió en el héroe que salvó a más de 10 niños de la muerte.

“El llanto de los niños y la desesperación de sus padres por salir de la multitud me conmovió y me hizo recordar el mensaje de nuestro Señor Jesucristo: dejad que los niños vengan a mí”, expresó el uniformado con lagrimas en sus ojos al recordar ese momento tan triste.

“Fue un momento difícil, los niños lloraban entre los gritos de la gente, con mis compañeros policías hacíamos el esfuerzo por calmar la muchedumbre”.

Mientras los aficionados se empujaban unos con otros, el inspector Hebert Lagos hizo alusión al lema de la Policía Nacional de Honduras, “Servir y Proteger” ya que el héroe sin capa tomaba en sus brazos uno a uno a los pequeños y se los entregaba de forma inmediata a otro Policía para que éste los ubicara en el techo de una caseta cercana al portón 11 y así evitar que fueran golpeados por la turba de personas que descontroladamente querían ingresar al Estadio.

La vida de Lagos Ordoñez estuvo a punto de correr peligro porque ya no tenía fuerzas en sus brazos y si no es porque su Jefe ordenó que se utilizará la tanqueta de agua para calmar a las personas y disipar la avalancha humana, la historia hubiese terminado en una catástrofe mucho peor.

“No lograba ver nada y pude sostenerme del portón… Gracias a Dios con el agua se dispersó a la multitud”, expresó el hombre que sacrificó su vida para salvar la de los pequeños que sólo querían ir a disfrutar con sus padres de un partido futbol.

Policía en el estadio

La imagen de la Lagos con un pequeño en brazos se viralizó en las redes sociales al tiempo que los hondureños aplaudían la acción que merece ser valorada y reconocida por todos y que no es más que el reflejo de que aún existen los buenos Policías en nuestro país.

A pesar de la forma en que se vio empañada la final de fútbol de la Liga Nacional, los hondureños recordaran la buena acción del Inspector Hebert Antonio Lagos, el ángel vestido de Polícia que salvo la vida de varios niños.