TEGUCIGALPA, HONDURAS. Wilfredo Méndez, defensor de los Derechos Humanos, se refirió al aumento salarial de los diputados del Congreso Nacional y lo calificó como “una burla a la población”.
Los congresistas que dicen que necesitan dinero para dárselo a las personas son «ignorantes en materia legislativa», dijo. Les aconsejó asesorarse para evitar estar “presentando tonterías” durante las sesiones, puntualizó.
Seguidamente, indicó que “pensó que el salario de los diputados era de 55 menos las deducciones. Al final les quedaban unos 35 mil lempiras».
«Me doy cuenta que es alrededor de 90 mil lo que estaban ganando y que además tendrían un aumento de 50 mil lempira. Es algo muy grosero. Los diputados que van a jugar o que no dicen nada son los menos dañinos porque ‘no hacen nada'», agregó.
«Hay algunos que sí pasan ocupados aprobando leyes dañinas contra la población», enfatizó. No obstante, explicó que los congresistas deberían tener las condiciones mínimas para trabajar, como tener una oficina y unos dos asesores para ponerle un alto a las tonterías que suelen presentar como proyectos.
Más allá de lo señalado, Méndez aclaró que si los diputados se quejan de un mal salario, no debieron aspirar llegar al Congreso.
“Algunos dicen: uno no vive de papeles. Entonces para qué elije ser diputado. Ellos no son para estar dando dinero y subsidios, tienen que hacer su trabajo legislativo. No podemos seguir con ese tipo de prácticas que corrompen”, solicitó.
Diputado sobre el «aumentazo»
Al parecer los diputados del Congreso Nacional (CN) no “ajustaban” con el salario de 55 mil lempiras que se les pagaba mensualmente. Ahora con los 90 mil lempiras que pasarán a ganar con el “aumentazo” tampoco alcanzarán a cubrir sus gastos.
Así lo deja a entrever el congresista de la Alianza Patriótica, Enrique Yllescas. En las últimas horas el parlamentario aseguró que como diputado “es más lo que gasta que lo que gana”.
De igual forma dijo que no pueden andar mendigando unos “centavos”, cuando ellos invierten millones de sus bolsillos. Es preciso indicar que la mayoría de la población nacional vive con un salario mínimo de 8,000 mil lempiras.
Con ese dinero, la mayoría de hondureños también pagan alquiler, compran comida, y atienden a sus familias.
