Redacción. Un reciente informe de The New York Times ha destapado un incidente relacionado con vuelos que transportaban a casi 300 migrantes venezolanos, los cuales hicieron una escala en Honduras antes de continuar su viaje hacia El Salvador.
Este suceso, ocurrido el 15 de marzo de 2025, ha desatado una serie de reacciones tanto a nivel político como judicial. Ha generado inquietudes sobre el respeto a las decisiones de los tribunales y el papel de Honduras en las deportaciones internacionales.
De acuerdo con la investigación, el primer vuelo, el número 6143 de GlobalX, partió de Harlingen, Texas, a las 5:26 p.m. del 15 de marzo, con rumbo a El Salvador. Por otro lado, un segundo avión, el vuelo 6145 de la misma aerolínea, salió de Harlingen a las 5:44 p.m., con la misma ruta, pero haciendo una escala en Honduras.
La investigación también señala que, alrededor de las 6:48 p.m., antes de que ambos aviones llegaran a El Salvador, un juez identificado como Boasberg emitió una orden verbal al gobierno de Estados Unidos.
La orden exigía que los aviones que transportaban a migrantes venezolanos expulsados bajo la orden ejecutiva de deportación regresaran a su país de origen.
El juez Boasberg dejó claro que cualquier avión que transportara a estas personas debía ser detenido y regresado a los Estados Unidos.
Los aviones no dieron la vuelta
En ese momento, uno de los aviones ya se encontraba sobre México, otro sobre el Golfo de México y un tercer vuelo aún no había despegado. Sin embargo, los aviones no hicieron caso a la orden y continuaron su vuelo hacia El Salvador, a pesar de la intervención judicial.
A las 7:26 p.m., se publicó la orden escrita del juez, que no incluía la instrucción de devolver los vuelos. El primer avión estaba ya sobre Honduras en ese momento, mientras que el segundo estaba sobre México.
En cuanto al tercer vuelo, partió desde Harlingen a las 7:36 p.m. y, al igual que los otros, hizo escala en Honduras antes de dirigirse a su destino final en El Salvador.
Finalmente, los aviones con migrantes venezolanos partieron de Honduras a las 11:39 p.m. y 11:43 p.m., respectivamente, llegando a San Salvador en las primeras horas del 16 de marzo.
Preocupación ante estos vuelos
La Casa Blanca ha defendido su actuación al argumentar que la orden judicial escrita se emitió cuando los aviones ya estaban en el aire. Además, sostuvo que la instrucción verbal previa carecía de validez legal.
Sin embargo, expertos legales han cuestionado esta postura. Señalan que las órdenes judiciales deben ser acatadas independientemente de la ubicación de los aviones, ya que la jurisdicción de un tribunal federal no se limita al territorio de Estados Unidos.
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Este incidente ha generado una fuerte reacción política y judicial, revelando tensiones entre el poder ejecutivo y judicial en la gestión de las políticas migratorias.
Además, el hecho de que los vuelos hicieran escala en Honduras ha generado preocupación en la región. Esto podría sentar un precedente en las deportaciones coordinadas por Estados Unidos.
