La Ceiba, Atlántida. – El Hospital Atlántida enfrenta una situación cada vez más alarmante: personas indigentes son abandonadas dentro del centro asistencial y permanecen allí por tiempo indefinido, afectando el funcionamiento del hospital y la atención a los pacientes.
La directora del hospital, Silva Bardales, denunció que los casos de abandono se han vuelto frecuentes, sin que las instituciones responsables brinden soluciones. Relató el caso reciente de un adulto mayor que fue llevado por su hijo en busca de una referencia psiquiátrica a Tegucigalpa. Sin embargo, tras la valoración médica, se determinó que no presentaba una condición psiquiátrica que justificara su internamiento.
“El hijo terminó dejándolo aquí en los pasillos del hospital. Él se adueñó de una silla de ruedas, pide dinero y comida a los visitantes, y prácticamente ha hecho del hospital su hogar”, expresó Bardales.

Con el paso de los días, la falta de movilidad del hombre le provocó una lesión en la pierna que se infectó, generando la presencia de larvas. El personal médico le realizó una limpieza quirúrgica, aunque la directora advirtió que solo fue una medida paliativa. “Sabemos que si no lo sacamos, él continuará aquí”, lamentó.
Le puede interesar: Brutalidad en La Ceiba: Taxista golpea a pasajera por no darle pasaje doble
Actualmente, tres personas en situación de calle permanecen en una de las salas del hospital. Según Bardales, todos presentan conductas agresivas, se niegan a recibir medicamentos y protagonizan incidentes que afectan al personal y a los pacientes. “Uno de ellos se masturba en los pasillos frente al público. Es una situación muy delicada y penosa”, declaró.
La funcionaria enfatizó que el Hospital Atlántida no es un asilo ni un centro de rehabilitación, y que el problema de la indigencia desborda sus capacidades. “Somos un hospital de atención médica, no un refugio. Pero las instituciones vienen, levantan actas y se van; el problema queda dentro del hospital”, cuestionó.
Bardales hizo un llamado urgente al Gobierno central y a las autoridades locales para que se establezcan centros especializados que atiendan a personas indigentes con problemas físicos o de salud mental. “Cada día crece más la indigencia y necesitamos políticas reales que enfrenten esta crisis humanitaria”, concluyó.

