MÁXIMA VELOCIDAD. Tesla ha trasladado la guerra de precios de los coches eléctricos de China a otras regiones del mundo, donde las marcas alemanas se han visto obligadas a responder. Ford también se ha sumado pero Volkswagen es la única que ha decidido no entrar en el juego de la firma de Elon Musk.
A finales del pasado año, Tesla decidió recortar los precios de sus modelos en China, un mercado que había dado un importante giro al apostar sus clientes por los modelos desarrollados en el gigante asiático por las marcas nacionales, cada vez más atractivos en diseño y en tecnología que las extranjeras. La marca de Elon Musk redujo los precios al ver peligrar sus objetivos comerciales.
La medida inició una guerra en la que también se vio involucrada Mercedes, trasladándose también a Europa y llegando hasta Estados Unidos. La respuesta de las marcas Premium no se hizo esperar, rebajando los precios de venta de los coches eléctricos en países seleccionados del Viejo Continente para contener las arremetidas de la californiana. La última que cedió ha sido Ford, pero al otro lado de Atlántico, esperándose que la de Wolfsburgo se sumase. Pero Oliver Blume ya ha confirmado en unas declaraciones a un medio alemán que no se embarcará en esta contienda.
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Volkswagen no bajará los precios de sus eléctricos
«Tenemos una estrategia de precios clara y dependemos de la confianza. Confiamos en la solidez de nuestros productos y marcas», señaló Blume. El alemán al frente del gigante de Wolfsburgo no es una persona que ceda a presiones de la competencia precisamente. Para muchos, la iniciativa promovida por Tesla puede ser la más correcta, pero para el máximo responsable del grupo Volkswagen no lo es, y lo justifica.
Y es que Blume considera que el hecho de subir y bajar los precios es un síntoma de debilidad empresarial. Eso se traduce en una rápida pérdida de credibilidad por parte de los clientes, una de las importantes consecuencias de esta estrategia. Y realmente coincide con el movimiento de Tesla en China, que primero subió los precios de sus modelos y tan solo unos meses más tarde se vio obligada a reducirlos.
Bajar y subir precios es indicio de debilidad en las marcas, y en Tesla
En la misma línea se ha manifestado Renault. Fabrice Cambolive, el nuevo máximo dirigente al cargo de la marca del Rombo, se ha estrenado al frente de la francesa señalando que tampoco tienen intención de entrar en este peligroso juego que solo supone confundir a los clientes.
Cambolive entiende que reducir los precios en un diez por ciento o más en una semana, afecta el valor residual y perjudica a los clientes existentes. Las marcas buscan una mayor estabilidad y no perder beneficios en algunas de las unidades vendidas.