Este fin de semana ocurrió lo que difícilmente no sea el blooper futbolístico del año, ya que parece imposible superar el error de Brice Maubleu, arquero del Grenoble de la segunda división francesa.
El episodio sucedió en la derrota de su equipo por 2 a 0 ante el Caen por la jornada 27 de la Ligue 2.
El partido ya estaba 1-0 en favor del local que se había puesto en ventaja con el gol de Jessy Pi, de penal, cuando el portero atrapó con sus manos un pase largo de un rival. Maubleu, según contó en declaraciones post-partido, intentó jugar rápido para uno de sus compañeros, pero se arrepintió a mita de camino.
Con su brazo derecho había envuelto la pelota y cuando estaba apunto de soltarla, puso la izquierda por delante para que el esférico no salga de su poder. Sin embargo, su cuerpo no actuó tan rápido como su mente y el balón se le resbaló, con tanta mala suerte que picó hacia su propio arco y cruzó la línea de gol.
Su esfuerzo por evitarlo no fueron suficientes y aunque logró volver a contenerlo, éste ya había ingresado a su propia portería.
“Hay noches oscuras y esta es una de ellas. En el gol, quería jugar rápidamente para Jérôme (Mombris), pero vi que no me estaba mirando así que cambié mi decisión y luego la pelota dejó mis manos”, explicó el futbolista francés de 30 años.
El arquero se lamentó por lo sucedido
Sin embargo recordó que las críticas hacia quienes se ubican bajo los tres palos son muchas veces injustas: “La posición del portero está expuesta y existen riesgos. Después de eso, volví a mi partido e hice varias atajadas, aunque no se recuerden”.
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