La pillería humana no tiene límites, desde los típicos estafadores y ladrones que se aprovechan de los transeúntes y turistas en las ciudades hasta quienes alteran las máquinas de juegos.
Para que decir los talleres mecánicos que engañan a los ingenuas personas que llegan a arreglar sus coches sin conocer nada de mecánica. Pero no sólo lo hacen personas comunes y corrientes, tampoco se salvan grandes y medianas empresas. Es un mal de la humanidad que nos hace tener que estar constantemente alerta en el día a día.
Un ejemplo reciente fue captado por una cámara en China y no podrás creer lo fácil que engañan estos pillos vendedores a sus clientes. Se trata de una vendedora de un mercado que cambia los pescados y mariscos frescos de la gente por otras bolsas de, al parecer, productos de menor calidad o cantidad. Un truco muy vil que podría hacer enfermar a las personas y te hará desconfiar la próxima vez que compres pescados o mariscos en algún lugar similar.
Mira el insólito video:
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