YORO, HONDURAS. Los asaltos continúan en la zona norte del país, esta vez en la ciudad de Olanchito, donde tres falsos «clientes» armados atracaron una bodega y sus clientes ayer en horas de la mañana.
De acuerdo a los visto en las imágenes que captó una cámara de seguridad y difundidas por el Canal 23 Olanchito Yoro, los tres hombres ingresaron al lugar, haciéndose pasar por clientes. Ellos analizaron la situción, y tras varios minutos iniciaron el asalto.
Uno de los asaltantes sacó su arma, sometió a una clienta y una de las cajeras del lugar. Luego se logra ver que los otros dos dos entran en acción y comienzan a despojar de sus pertenencias a otros compradores.
«Clientes» huyen del lugar
El asalto duró aproximadamente unos 50 segundos, donde los facinerosos hicieron de las suyas y lograron su cometido. Posteriormente, los tres falsos «clientes» huyeron de la bodega, con rumbo desconocido.
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El hecho fue reportado a las autoridades de la Policía Nacional, cuyos elementos iniciaron las investigaciones pertinentes. Además, desplegaron operativos en la zona, para dar con el paradero de los asaltantes.
Llegan como pacientes y asaltan un hospital en La Ceiba
De forma similar, el pasado 7 de febrero dos sujetos se hicieron pasar como pacientes y asaltaron las instalaciones de un hospital en la ciudad de La Ceiba, zona atlántica, quienes fueron captados por las cámaras de seguridad.
Cabe decir que el hecho se suscitó el pasado jueves en horas de la noche, en el Hospital La Fe. Los dos asaltantes llegaron hasta este lugar y se hicieron pasar como pacientes. Unos de ellos llevaba muletas y una naricera y el otro parecía ser un acompañante.
El guardia de seguridad, abrió la puerta en un gesto de amabilidad para que el «paciente» ingresara al centro asistencial. Sin embargo, cuando el segundo entró, se levantó la camisa amarilla que vestía, y sacó un arma de fuego.
Acto seguido, el sujeto sometió al celador, mientras el otro suelta las muletas y también sacó su arma. Entre los dos despojaron de su arma de reglamento al guardia y el de camisa amarilla le ordenó tirarse al suelo con las manos hacia atrás.
