TEGUCIGALPA. La venta de drogas es la conjetura más fuerte que manejan las autoridades locales en relación a la masacre registrada recientemente en la Colonia Reparto por abajo, en la capital hondureña.

En el violento hecho que se dio a eso de las 8 de la noche, perecieron tres personas de nombres: Lilian Selene Valladares Rico de 20 años de edad, Gerónimo Flores Salgado de 70 y Leonardo Manuel García Lanza de 18.

Información de momento indica que varios sujetos fuertemente armados comenzaron a disparar contra dos de las víctimas y a un tercero (Gerónimo) le cayó una de las tantas balas de forma inesperada.

Según información en poder de la policía, la fémina regresaba a su casa luego de visitar a sus suegros con uno de sus dos hijos de 12 meses de edad cuando hombres fuertemente armados atentaron contra su vida.

Asimismo se conoció que Selene perdió a su pareja sentimental hace unos seis meses de forma violenta. En la zona se encontraron varios casquillos de armas de grueso calibre como de R-15.

Fuentes ligadas a los cuerpos de investigación señalan que actualmente hay una pelea de territorio por la venta de droga liderado actualmente por la Mara Salvatrucha que se ha unido con la banda de Los Zacatillos.

Equipos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) iniciaron las averiguaciones en la escena del crimen con el fin de establecer las posibles causas del ataque armado e identificar a los autores materiales.

Las peleas por territorio dejan sangre

La venta y distribución de drogas se ha convertido en el mayor generador de homicidios en el Distrito Central. Según autoridades policiales, varias de las masacres registradas en el presente año en las ciudades gemelas se produjeron por peleas de territorio para la venta y distribución de drogas.

Un experto en el tema de maras y pandillas explicó bajo la condición de hablar en anonimato, que varias de las masacres suscitadas en la capital son cometidas por integrantes de maras y pandillas que están tratando de recuperar sus territorios perdidos y que actualmente están en manos del grupo rival.

De unas 900 colonias que hay en el Distrito Central, en 35 la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18 casi tienen control total.

Hace algunos años estas agrupaciones se enfrentaban constantemente, pero luego se dividieron los territorios para cometer diversas actividades criminales y de esa manera, por algún tiempo, no se reportaron masacres por peleas de territorio, afirmó.

Sin embargo, hace unos años, cuando se creó la “Ley Antimaras” (reforma al artículo 332 del Código Penal) para penalizar la asociación ilícita, las autoridades del gobierno emprendieron una “cacería” y capturaron a los cabecillas de la Mara Salvatrucha y Barrio 18, las principales pandillas.

Algunos de estos jefes siguen guardando prisión en las cárceles del país. Con esos operativos y capturas muchas colonias que antes estaban controladas por alguna de estas agrupaciones quedaron “limpias”.

Sin embargo, desde el año pasado las masacres por peleas de territorio se han registrado de manera más seguida.