SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Los vendedores ambulantes y transportistas de la capital industrial fueron desalojados por agentes de la Policía Nacional, pues pese a que hay restricciones y prohibiciones ante la emergencia por COVID-19, se negaron a suspender labores.
Desde tempranas horas de la mañana, agentes policiales, municipales y de Fuerzas Especiales hicieron un recorrido por el centro de San Pedro Sula, con el objetivo de advertir a los ciudadanos que no acataron las normas dictadas por el Gobierno.
Con sus puestos de frutas, agua, refrescos, ropa y otros artículos en la calle, los vendedores explicaban a las autoridades que se ven obligados a seguir las ventas con normalidad pues tienen cuentas que pagar y compromisos por atender.
Mientras que los transportistas de varias rutas, obviando la prohibición del funcionamiento del transporte público, esperaban pasajeros en los puntos comunes. La orden es presentar ante el Ministerio Público a todo conductor o ayudante que irrespete la disposición.
Los dirigentes piden que les permitan trabajar, pues hay ciudadanos que necesitan movilizarse y requieren de sus servicios. Aseguran que, así como los del comercio informal, viven de lo que hacen día a día.
Vendedores ambulantes y transportistas exigen al Gobierno que les autoricen continuar labores o brinden facilidades para ganar dinero y llevar alimento a sus hogares.
Según las autoridades policiales, hoy es una advertencia pero mañana tomarán acciones. Además pidieron a los ciudadanos no malinterpretar lo que está ocurriendo, pues solo responden a su deber de hacer cumplir las disposiciones y evitar aglomeraciones.
Hasta el momento, Honduras registra 8 casos de coronavirus. Para monitorear las cifras puede ingresar a la página: www.covid19honduras.org
Puede interesarle: Honduras en cuarentena: decretan toque queda a nivel nacional
Entre las prohibiciones y medidas ante el COVID-19 figuran:
- Se suspenden labores en el sector público y privado.
- Prohibidos los eventos de todo tipo.
- Suspendido el funcionamiento de transporte público.
- Suspensión de celebraciones religiosas presenciales.
- Prohibido el funcionamiento de negocios, entre estos, centros comerciales.
- Cerrar todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas del país.
