Honduras.- Todos los días desde temprano, Rebeca Marroquín inicia su ardua rutina en su negocio de tamales. Gracias a la venta de este delicioso platillo, ha logrado sustentar a su familia durante más de dos décadas.
Marroquín, de 53 años de edad y residente de San Pedro Sula, narró su historia mediante un medio local. Contó que lleva más de 20 años dedicándose a la venta de tamales en su negocio llamado «Ta Guenito Tamalitos».
Su historia comenzó debido a que ella quería ayudar a su pareja sentimental con los gastos de su casa, pues tienen cuatro hijos, a quienes anhelaban ver graduados como profesionales.
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Además, Rebeca comentó que inició vendiendo tamales en una empresa de textiles en la ciudad industrial, pero con el tiempo la institución cerró operaciones, por lo que se vio obligada a buscar otra locación.
Este fue sólo el primer bache en su camino, el cual no terminó con el sueño de Marroquín, quien procedió a instalar la venta de tamales en un glorieta.
Sin embargo, todo se complicaría cuando el hogar que había formado su hija mayor junto a su pareja, con un hijo de por medio, tuvo una situación económica difícil. Ellos demandaron la ayuda de Rebeca.
El sustento de la familia
Tras superar como familia la situación de su hija, Rebeca Marroquín tomó la decisión de vender sus productos en el Bazar del Sábado en la zona norte.
Tuvieron la aceptación de los visitantes y trabajadores, pues en su primer fin de semana su producto se vendió en dos horas. Durante un tiempo fue el sustento para su hija y familia.
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Actualmente tiene un menú variado, pues venden tamales de pollo, cerdo, pisque, ticucos, atol de elote, atol chuco, candinga y nuéganos en miel.
La hondureña hizo el llamado a la población para que puedan degustar sus productos tan tradicionales como deliciosos.