Redacción. El papa Francisco lleva ya cinco días hospitalizado tras haber contraído una infección respiratoria, lo que ha llevado al Vaticano a cancelar los eventos programados para este fin de semana.
A sus 88 años, el pontífice fue ingresado el pasado viernes en el hospital Gemelli de Roma debido a una bronquitis. Y, según un comunicado de la Santa Sede, el lunes se decidió ajustar su tratamiento para hacer frente a un cuadro clínico «complejo».
Tras haber despejado su agenda hasta el miércoles, el Vaticano anunció que una audiencia prevista para el sábado sería cancelada, y que el Papa había delegado a otro clérigo la misa programada para el domingo.
Sin embargo, el Vaticano no se refirió específicamente a la tradicional oración del Ángelus, que el Papa suele ofrecer cada domingo al mediodía, pero que no pudo llevar a cabo el fin de semana pasado.
En una rueda de prensa el martes al mediodía, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó a los periodistas que la condición del pontífice argentino seguía siendo similar a la de los días anteriores.
Francisco ‘se despertó, desayunó y se dedicó a leer algunos periódicos como hace habitualmente’, dijo.
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Francisco, jefe de la Iglesia católica desde 2013, ha sufrido enfermedades que le impide leer sus textos en público. Este es el último de una serie de problemas de salud que ha enfrentado el jesuita, quien desde 2021 ha pasado por una cirugía de hernia y colon y ahora usa una silla de ruedas debido al dolor en la rodilla.
Entre los peregrinos y turistas que se reunieron en la Plaza de San Pedro el martes por la mañana, muchos expresaron que estaban rezando por la pronta recuperación del papa.
«Espero que mejore pronto», declaró a la AFP Birgit Jungreuthmayer, una turista austriaca de 48 años. «Confío en el trato médico de los médicos generales del hospital y espero que den lo mejor de sí», prosiguió.
Infección
El lunes, el Vaticano dijo que las pruebas habían confirmado «una infección polimicrobiana del tracto respiratorio que ha llevado a un nuevo cambio en el tratamiento».
«Todas las pruebas realizadas hasta el momento son indicativas de un cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada», indicó.
En una actualización del lunes por la noche dijo que la condición del papa no había cambiado. «El Santo Padre permanece sin fiebre y continúa con el tratamiento prescrito», afirma el comunicado, sin especificar cuál.
El pontífice había realizado algunos trabajos, según el comunicado. «El papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que sigue recibiendo», añade.
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Viajes
A pesar de sus problemas de salud, Francisco sigue siendo un pontífice muy activo, con una agenda semanal muy ocupada y viajes regulares al extranjero. En septiembre de 2024 completó una gira por cuatro naciones de Asia y el Pacífico, la más larga de su papado por duración y distancia.
Una fuente cercana al papa indicó el lunes a la AFP que Francisco ingresó al hospital después de dos semanas «muy ocupadas» durante las cuales «estuvo debilitado», pero insistió en que no había ninguna alarma.
Francisco siguió por televisión desde el hospital la misa del domingo pasado y envió un discurso escrito para el Ángelus. «Me hubiera gustado estar entre vosotros pero, como sabéis, estoy aquí en el hospital Gemelli porque todavía necesito algún tratamiento para mi bronquitis», escribió Francisco.
Dimitir
El jesuita ha dejado abierta la opción de dimitir si no pudiera ejercer sus funciones. Su predecesor, Benedicto XVI, sorprendió al mundo en 2013 al convertirse en el primer papa desde la Edad Media en dimitir, alegando problemas de salud.
Pero en unas memorias publicadas el año pasado, Francisco escribió que «no tenía ningún motivo lo suficientemente serio como para pensar en dimitir». Renunciar es una «posibilidad distante» que sólo se justificaría en caso de «un impedimento físico grave», escribió.
En una autobiografía publicada el mes pasado afirmó que a pesar de sus dolencias: «sigo adelante».